Durante los días 27 y 28 de Octubre a partir de las 21:00 horas, tendrá lugar la representación itinerante de la obra “Don Juan Tenorio”, de José Zorrilla, utilizando como escenario los edificios que la familia Mendoza construyó en Guadalajara entre los siglos XV y XVII.
Crónica de Andoni Madrid
La representación del Tenorio Mendocino que organiza la Asociación cultural Gentes de Guadalajara, sin ánimo de lucro y preocupada por las tradiciones locales con diferentes propuestas culturales en la ciudad y provincia, cumple en esta ocasión 25 años (1992) con la visita de Don Juan por las calles de Guadalajara.
El reparto de la función está compuesto en su totalidad por actores aficionados, y es filosofía de Gentes de Guadalajara, el contar con otras agrupaciones locales, integrándolas en la propuesta.
Se conforma así un grupo de unas 150 personas mayoritariamente por vecinos de la ciudad, ataviados con la vestimenta renacentista de la época, representando los distintos personajes de la universal obra de Zorrilla entre los que se incluyen artistas, grupos de baile, coro, gestores de dirección, técnicos, etc.
La representación consta de siete escenas en edificios y espacios públicos, emblemáticos de la ciudad siendo gratuita para todos los ciudadanos y visitantes. Ostenta los títulos de Fiesta de Interés Turístico Provincial y Regional, habiendo alcanzado un notable reconocimiento a nivel nacional.
Programa del Viernes 27 y sábado 28 de octubre
19:00 h. Ambientación en la Hostelería del Laurel (Concatedral de Santa María) con la evocación de la Guadalajara del s.XVI.
21:00 h. Comienzo de la representación. (Concatedral de Santa María)
Jornada Mendocina
Como complemento a la representación y debido al éxito de años anteriores, tendrán lugar las Jornadas Mendocinas en torno a Don Juan y la familia Mendoza, según el siguiente programa:
Sábado 28
Pase 1: 11:00 horas. Palacio del Infantado.
Pase 2: 12:45 horas. Cripta Fuerte de San Francisco
Queremos aprovechar la ocasión para publicar unos versos bajo la firma de Bernardo de Vargas, poeta de la tierra, que han llegado a nuestra redacción cuyo autor, dedica en exclusiva al Tenorio Mendocino.
La feminista y el Tenorio
Años hace, Don Juan, que me das pena
cuando llega noviembre a los rincones
de una España cansada de bribones
alardes y bravatas en la escena.
Y el ver tus pavoneos me condena
arrastrando tus cuitas por salones
por conventos, palacios y mesones
que ni el mito, mi espíritu serena
Aun siendo sus hazañas populares
si Zorrilla estuviera en estos lares
con dos siglos de más en su mochila.
Convendría con él y su intelecto
cambiar al personaje del proyecto
pues hombre tan vulgar, ya no se estila.
El polémico Don Juan
Defectos y virtudes del controvertido personaje creado por el vallisoletano dramaturgo José Zorrilla y Moral en febrero de 1844 (con 27 años), poeta laureado de España (1889) y dominador del verso, siguen vivos en la España del siglo XXI, con polémicas entre admiradores y detractores de la obra literaria, pero todo un ejemplo de teatro plenamente popular.
El machismo; polémica servida
Nos centramos en el machismo como germen de la obra de la que tomamos algunos versos:
El personaje alardea de su fama: “Aquí está Don Juan Tenorio. Y no hay hombre para él. Y búsquenle los reñidores. Cérquenle los jugadores; quien se precie que le ataje a ver si hay quien le aventaje en juego lid y en amores…”.
El mito, en una de las más polémicas: “Desde la princesa altiva, a la que pesca en ruin barca, no hay hembra a quien no suscriba; y a cualquier empresa abarca. Si en oro o en valor estriba…”.
Como buen seductor, a Don Juan le apasiona tanto o más que la conquista, el relato de sus hazañas –reales o ficticias– para asombro de, por ejemplo, los bravucones de la Hostería del Laurel.
Los críticos
Para unos, el libertino español se atreve no sólo a romper su ligadura con Dios cuando después de asesinar al Comendador (padre de doña Inés), exclama con vehemencia: “Clamé al cielo, y no me oyó. Mas, si sus puertas me cierra, de mis pasos en la Tierra, responda el cielo, no yo”.
Sino también con los hombres, a través de un eficaz y rápido método de conquista y ultraje femenino en tres tiempos medidos y probados: el día de la conquista, el de la posesión sexual y el del olvido al día siguiente.
Sarah Esther Vasquez, directora ejecutiva en SV Make Up Store, señala: “En la actualidad el machismo es una de las preocupaciones más grandes, pues vivimos en una sociedad en la cual al hombre se le dan mayores beneficios, observándose esto en varios ámbitos”.
Sobre la obra dice : “El Tenorio da pruebas suficientes de machismo en su personalidad, sin interés a los sentimientos de las mujeres, simplemente las utilizaba y luego abandonaba”.
Para la actriz, directora y productora teatral Blanca Portillo para la que el teatro no es una profesión sino una forma de vida: “Don Juan es un hombre peligroso, modelo de destrucción social y afectiva, un psicópata, maltratador, violador y asesino. Un hombre deleznable, con una falta absoluta de empatía”.
En referencia a la obra teatral, convencida de que la imagen y el mito que ha acompañado siempre al Tenorio había que destruirla: “Es alguien que se lleva por delante todo lo que se cruza en su camino, es el vivo retrato del desprecio por los demás».
Portillo lleva años soportando esa imagen del Tenorio: “nunca he podido entender cómo un personaje así se ha convertido en un icono abanderado de la libertad y de la representación de la seducción de las mujeres, como un valor en sí mismo”.
“No puede ser que Don Juan Tenorio sea todavía modelo de comportamiento en nuestro país y en el mundo entero. Es un hombre amoral, teñido de un romanticismo profundamente mal entendido y reflejo de unos errores terroríficos”.
Admiradores
Muchos tildan a Don Juan Tenorio como un personaje divertido e inteligente, que “mola mucho”.
Condenar al Tenorio por machista es no conocer lo que supone el machismo a lo largo de los años, ni lo que el Romanticismo fue capaz de conseguir a través del arte y el pensamiento. Es la reivindicación romántica por excelencia, aquella por la que tantos cayeron: la libertad del individuo.
Arturo Pérez Reverte (Cartagena, 1951):
Para el escritor con sillón en la Real Academia Española: “No hay nada más estúpido que mirar el pasado solo con los exclusivos ojos del presente. Don Juan Tenorio, que recogió eficazmente una tradición literaria clásica, poniéndola al día con un deslumbrante barniz de romanticismo populista para el gran público del siglo XIX, debe ser vista como lo que es, o fue, y disfrutada en su contexto”.
El académico afirma: “Ya no existen donjuanes a lo Zorrilla, por fortuna hasta para ellos mismos, porque son, efectivamente, ridículos. Y eso es lo que hace aún más interesante comprobar, en el teatro o fuera de él, cómo esos personajes eran vistos en el pasado”.
“Esa es, creo, la única forma de encarar con criterio lúcido los cambios necesarios del presente: desde un punto de vista culto, conocedor del asunto, y no desde clichés fáciles y lugares comunes que apenas disimulan la ignorancia y la indigencia intelectual de quienes tras ellos se escudan”.
El autor del “Capitán Alatriste” es contundente: “Pretender que se proscriba el Tenorio por machista es como pedir que, por el mismo motivo, se proscriban el tango, la copla, el corrido o el bolero”.
“Por las mismas imbéciles razones habría que desterrar de la vida la educación y la cultura, entre otras muchas cosas, gran parte del teatro y la poesía españoles del Siglo de Oro, los dramas románticos o el teatro y las novelas de Jardiel Poncela. Por ejemplo”.
El antiguo reportero de guerra también incluye la universal novela de Cervantes “Y tampoco el Quijote se libraría del expurgo. Ni, por supuesto, la poesía extraordinaria, crisol fascinante de la lengua española, de aquel despiadado y genial misógino que fue don Francisco de Quevedo”.
Albert Boadella: “Don Juan Tenorio no ligaría en el siglo XXI”
De teatro y de visión escénica sabe mucho Boadella, (Barcelona (1943), actor, dramaturgo y exdirector artístico de los Teatros del Canal en la Comunidad de Madrid, por lo que sus impresiones sobre el Tenorio, no dejan a nadie indiferente:
Don Juan no envejece, dijo Zorrilla: “Con defectos tan notorios vivirá aquí diez mil soles; pues todos los españoles nos la echamos de Tenorios”. El tiempo le ha dado la razón al autor de Don Juan Tenorio, que ve su obra representada cada primero de noviembre por ciudades y pueblos de la piel de toro”.
Su versión del mito donjuanesco es quizás la más conocida, pero no la primera, ni mucho menos la única “Representa el sentir de ciertos machos españoles”. No es su rebeldía la única manera en que la figura de Don Juan ha cambiado nuestra sociedad “El arte influencia la vida muchas veces: el Tenorio ha creado un estilo, ha influido de cierta manera en la forma de tratar o incluso de atacar a las mujeres”
¿Si Don Juan viviese en el s. XXI?
El propio Boadella se cuestiona y se responde: “Tanto Don Juan como Zorrilla se quedarían impresionados, si levantaran la cabeza, por el cambio radical que ha sufrido nuestra sociedad reciente, especialmente desde hace unos 30 años”.
Y apostilla: “La mujer está en una posición muy distinta, y el hombre que quiera ejercer de Don Juan se encontrará con poquísimas mujeres que le acepten. Más bien, el testigo se les pasa a ellas, y empezamos a encontrar a la mujer buscona o donjuanesca, que es la que lanza los ataques al hombre”.
El controvertido dramaturgo asegura “la vida debía de ser más fácil para los donjuanes allá por el siglo XIX, cuando el nombre de Giacomo Casanova aún resonaba en boca de las mujeres, y cuando Zorrilla escribió el Tenorio”.
“Pero quién le iba a decir a Zorrilla que Gregorio Marañón elaboraría toda una teoría acerca de la posible homosexualidad de don Juan; que Jardiel Poncela haría parodia de su figura, y que las féminas (sobre todo, las feministas) no caerían rendidas a sus pies, sino que pedirían ensartada su cabeza”.
El polémico autor y ensayista lo tiene bastante claro: “Todo parece indicar que el seductor lo tendría difícil si diese un salto en el tiempo desde 1844. Quién le iba a decir a Don Juan, que no ligaría en el siglo XXI”.
Bajada del telón
Si en la primera parte de la representación, el altivo protagonista muestra la cara más canalla, en la segunda parte Don Juan demuestra constantemente su arrepentimiento, en busca de la moral perdida.
La clave del cambio está en la figura de Doña Inés de Ulloa como encargada de dictar sentencia, de ser juez además de parte en la obra, lo que significa que la personalidad femenina se rebela por encima de la tarea que la historia machista le ha asignado.
La muerte de la novicia enamorada, provocará el arrepentimiento de Don Juan y su salvación final con los últimos versos:
“Mas es justo: quede aquí
al universo notorio
que, pues me abre el
purgatorio
un punto de penitencia,
es el Dios de la clemencia
el Dios de Don Juan Tenorio”.
Bibliografía
Arturo Pérez Reverte, web oficial; “Ensayando Don Juan”. La obra teatral de Albert Boadella; Ensayo sobre el machismo dentro de la obra literaria ´´Don Juan Tenorio´´ por Sarah Esther Vasquez; Blanca Portillo en el País, Cultura; Real Academia Española de la Lengua; Diario el Mundo.