Oscuridad y luz como dos caras de la misma moneda, amor y desgarro, voz hablada y voz cantada son los ingredientes con los que la poeta y actriz Gracia Iglesias y el actor y cantante Pedro Chain construyeron la dramaturgia que ayer se mostró en el Teatro Moderno de Guadalajara, en el marco del festival de poesía ARRIVERSOS y que recibió una excelente acogida por el público que ocupaba más de tres cuartos del aforo.
Fotografías de Elvira Ongil
“No hay luz del sol cuando ella no está”, canta a capela, en inglés, Pedro Chain caminando en la completa oscuridad del escenario que, a medida que avanza, se va rompiendo poco a poco. “Ain’t no sunshine when she’s gone… I know, I know, I know…” repite, mientras la luz entra en escena transportada por Gracia Iglesias en forma de paraguas, como si fuera una constelación.
Luz y oscuridad se alternan a partir de ese momento en un mano a mano intenso, en un diálogo entre los poemas recitados por ella y las canciones, mantras, lamentos y gritos emitidos por él. La dramaturgia de una relación que, como cualquier otra, vive sus momentos de cariño, de dudas, de miedo o celos, de reconciliación y opresora rutina.
Se trata del espectáculo poético “La cicatriz”, basado en el libro homónimo escrito por la propia Gracia Iglesias y que ayer se presentaba en el Teatro Moderno de Guadalajara dentro de la programación del festival de poesía ARRIVERSOS 2017, ante un público que ocupaba más de tres cuartas partes del aforo disponible y que al finalizar premió a los actores con un cerrado aplauso y poniéndose en pie.