La construcción del rol de la mujer a través del arte y las crónicas de la época presidió las reflexiones del curso, que comenzó el miércoles 6 de julio, “Arte e identidad. Imágenes femeninas en la Edad Moderna (s. XV-XVII)”, dirigido por Esther Alegre Carvajal, profesora titular del Departamento de Historia del Arte en la UNED, y coordinado por Macarena Moralejo Ortega, profesora ayudante doctora del Departamento de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid.
La expresión de las relaciones entre la emperatriz Isabel de Portugal y las damas del entorno
“La expresión de las relaciones entre la emperatriz Isabel de Portugal y las damas del entorno a través de los regalos de indumentaria y otros textiles”, fue el título de la primera conferencia que reveló algunos entresijos de la vida en palacio y el desarrollo cultural a través del papel de las mujeres de la nobleza.
La ponencia inicial a cargo de María José Redondo Cantera, catedrática del Departamento de Historia del Arte en la UVA, se centró en la corte de Isabel de Portugal y la información que de la representación artística, tanto de la reina como de sus damas, se extrae de cómo eran las dinámicas del perfil más íntimo de la nobleza y las muestras de ostentación y poder.
“La noble no se concebía sin sus damas”, suscribió Redondo. Según el diccionario de Covarrubias la dama “es una señora moza, hermosa, discreta callada, noble”, lo que no deja de ser una definición de la mentalidad patriarcal de la época. Las damas vivían intramuros y en situaciones extraordinarias salían del palacio. Su ubicación estaba en habitaciones emplazadas cerca del dormitorio de la reina.
De reinas y virreinas: Mujeres nobles y cultura cortesana en el imperio de los Austrias
La segunda ponencia de la jornada llevó por título, “De reinas y virreinas: Mujeres nobles y cultura cortesana en el imperio de los Austrias españoles”, y fue impartida por Alejandra B. Osorio, directora del Departamento de Historia y profesora titular en el Wellesley College de Boston.
La profesora hizo referencia a cómo la conquista europea de los imperios Azteca e Inca a partir de 1519, marcó una revolución social en el imperio de los Austrias, ya que de ello resultó una nueva nobleza. Las élites locales se integraron con la aristocracia europea.
Las estrategias de matrimoniales de los Austrias que marcaron la consolidación del imperio en Europa, se dieron también en el Nuevo Mundo. El virrey solía ser el alter ego del monarca español en su región asignada. La corte de la virreina se percibía, a su vez, como un reflejo de la reina. Aunque no existía un protocolo oficial que regulase el comportamiento de estas mujeres.
Las cortes fuera de la corte. Cultura nobiliaria y mecenazgo artístico femenino
La segunda jornada, que tuvo lugar el jueves 7 de julio, comenzó con una ponencia a cargo de Valeria Manfrè, profesora ayudante doctora en la Universidad Complutense de Madrid, titulada “Las cortes fuera de la corte. Cultura nobiliaria y mecenazgo artístico femenino en los dominios de la monarquía hispánica”.
Los desplazamientos son parte fundamental de la vida de la nobleza. Estos movimientos aparecen reflejados en obras pictóricas de la época. Entre estas figuras, que se vieron obligadas a desplazarse, aparece Giovanna De Austria o Doña Juana, hija de Juan de Austria, fruto de su relación con Diana Falangola.
Exiliada en Nápoles, Juana, intentó conseguir reconocimiento social y estabilidad económica. Para ello, apeló a Felipe III que le concede una dote y procura sus nupcias con Francisco Branciforte. De esta manera surge un periodo de esplendor para el Marquesado de Militello, que verá grandes impulsos en su urbanismo, cultura y expresión artística.
Si bien la figura de Juana fue fundamental en el esplendor de la corte siciliana, no fueron pocas las mujeres que contribuyeron a impulsar la cultura, algo favorecido por la movilidad de las mujeres de la nobleza siciliana y Habsburgo, y por ende, al desarrollo de la historia del arte.
Devoción femenina en el oratorio privado: Ut pictura meditatio
La segunda de las ponencias del jueves, estuvo a cargo de Macarena Moralejo Ortega, profesora ayudante doctora del Departamento de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid. En este caso las reflexiones tomaron forma sobre uno de los espacios privados por excelencia en las casas de la nobleza, la conferencia tuvo por título, “Devoción femenina en el oratorio privado: Ut pictura meditatio”.
Los oratorios se ubicaban, a nivel general, en dos emplazamientos: palacios y villas. Fuentes documentales como los inventarios de bienes y otras disciplinas académicas, como la sociología, permiten el estudio de estos espacios. Una ubicación en los hogares de la nobleza junto con el aula o la biblioteca.
La representación de la imaginería religiosa constituyó una fuente trascendental en el aprendizaje de la devoción y de la disposición en las casas de la nobleza.
Retrato y moda femenina. Formas de auto-representación en la corte de Felipe II
La tercera de las conferencias tuvo que ver con la imaginería de los Austria en la corte de Felipe II, y más en concreto sobre las representaciones femeninas. “Retrato y moda femenina. Formas de auto-representación en la corte de Felipe II”, fue el título de la exposición a cargo de Almudena Pérez de Tudela Gabaldón, conservadora de Patrimonio Nacional.
Pintores de la talla de Antonio Moro, Alonso Sánchez de Coello o Sofonisba Anguissola pusieron en imágenes la representación de las mujeres pertenecientes a la Casa de Austria. Estas mujeres, de algún modo, emplearon de manera estratégica la forma en que eran retratadas para mostrar signos de su poder o riqueza, así como para modificar rasgos físicos con los que no sentían afinidad.
El Mundo Cultural y Artístico de las Mujeres en la Edad Moderna
Para concluir la jornada, tuvo lugar la presentación del libro El Mundo Cultural y Artístico de las Mujeres en la Edad Moderna (Madrid: UNED, 2021), editado por la profesora Esther Alegre Carvajal.
La obra trata de analizar las identidades femeninas a través de las estrategias, tanto personales como familiares, a la hora de establecer sus representaciones. De este modo se aborda el mundo de la cultura y el arte desde el lugar de las mujeres en la Edad Moderna.
Autorretratos de mujeres durante los siglos XVI-XVII: una propuesta de interpretación
En la última jornada, el viernes 8 de julio, la primera sesión tuvo el afán de explicar el papel de la mujer como autora y propulsora de producción cultural. La ponencia inicial, a cargo de Cecilia Gamberini, PhD, Universidad Autónoma de Madrid, llevó por título “Autorretratos de mujeres durante los siglos XVI-XVII: una propuesta de interpretación”.
“Las mujeres se insertan en el mundo artístico a través del autorretrato porque así eligen cómo presentarse al mundo”, afirmó Gamberini. Continuó suscribiendo que, “la representación artística de las mujeres ha existido desde la Prehistoria, aunque hasta hace poco no se ha reflexionado sobre el papel de autoría de la mujer”. Además, en los últimos tiempos, han surgido teorías sobre el papel de las mujeres en la creación de las venus paleolíticas.
Nombres como los de Catharina van Hemessen, Sofonisba Anguissola, Lavinia Fontana, Artemisia Gentileschi, Elisabetta Sirani o Clara Peeters, pusieron luz sobre la creación femenina y el género del autorretrato como un “ejercicio de afirmación de la mujer”.
Talento femenino, vida en clausura y creación artística: sobre monjas pintoras
Para concluir el curso, Paula Revenga Domínguez, profesora titular del Departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música en la UCO, siguió profundizando en la autoría femenina con la exposición, “Talento femenino, vida en clausura y creación artística: sobre monjas pintoras”.
El desarrollo de los monacatos permitió expansionar la labor intelectual de las mujeres, un poder que no tenían permitido ejercer fuera de estos espacios. Algunas de las mujeres que pintaban eran damas nobles o nacidas en el seno de familias acomodadas. El acceso a la pintura estaba acotado, en muchos casos, a ser la hija o pariente de algún otro pintor. Otra vía para la introducción en la producción artística, era ser monja.
Las monjas solían aprender a leer y escribir, pero desde siglos atrás se dedicaban a copiar e ilustrar manuscritos. Entrar en un convento aseguraba a las novicias aprender a desenvolverse en varias labores. La influencia de estas mujeres pudo constituir una influencia principal para las pintoras del Renacimiento.
Terminó, de este modo, un curso en el que el empleo de la historiografía pretende cambiar la concepción tradicional del papel de la mujer en la construcción de su identidad a través del arte.