La financiación bancaria es una de las herramientas clave para abrir una empresa o ayudarla a crecer. En 2020, con una pandemia que azotó a todas las economías mundiales y llevó a la mayoría de las empresas a detener sus operaciones o, en el mejor de los casos, a cambiar su modelo de negocios, una inyección de dinero en el flujo de la empresa fue el salvador de la iniciativa privada.
Durante los primeros cuatro meses de la pandemia, es decir de marzo a junio, la deuda de las empresas en España se disparó en 54.701 millones de euros, de acuerdo con el Banco de España. Pero este dinero, que bien sirvió para ayudar a las empresas a mantenerse a flote en pleno confinamiento, también debe de pagarse de vuelta a los bancos y, el mismo banco central reporta que el 70% de las empresas no generarán suficientes ingresos para amortizar sus deudas.
Aunque la reestructura de deuda y los convenios ya están en marcha, las empresas en general pueden evitar el endeudamiento con una planeación adecuada y el uso de una calculadora de préstamos para proyectar sus estados financieros y tomar decisiones inteligentes.
¿Cómo funciona una calculadora de préstamos?
Al usar una calculadora de préstamos, no te estás obligando a firmar un contrato. Simplemente es una herramienta de trabajo que funciona como un método de planeación. Se puede usar cuantas veces sea necesario, con números hipotéticos o ya con una investigación previa de cuánto dinero se necesita o se puede contratar.
Se trata de un simulador en el que se integra 3 elementos:
- La cantidad que necesitas para tu plan empresarial.
- Los intereses que se cobrarán de acuerdo a lo que ofrece el producto financiero.
- El plazo en que se puede pagar, por ejemplo a tres años.
Al ingresar estos datos, el resultado será la mensualidad a pagar. Es entonces cuando el trabajo del empresario realmente empieza a hacerse ciertas preguntas:
¿Tengo el capital suficiente para amortizar el pago mensual?
¿Mi operación puede soportar los pagos fijos más la mensualidad?
¿El dinero que pediré será usado para un proyecto productivo que me permita pagar el préstamo?
¿Cuánto tiempo tardaré en encontrar el punto de equilibrio entre el retorno de la inversión hecha y el pago que debo hacer?
¿Mi empresa estaría en riesgo si no puedo concretar mis planes después de contratar un préstamo?
Estas preguntas serán claves para tomar la decisión y, de esta forma, evitar el endeudamiento. La financiación de proyectos productivos no debe de verse como deuda simple, pues el dinero que la institución financiera aporta deberá usarse para generar más riqueza y que, como coloquialmente se le dice, se pague a sí mismo.
Las empresas pueden usar una calculadora de préstamos como una herramienta de crecimiento, siempre y cuando se use de la mano con una estrategia sólida para expandir la operación, crear un nuevo producto o como auxiliar en la operación diaria.
Es importante que antes de tomar cualquier decisión, el empresario investigue todas las opciones de financiamiento que tiene a su disposición y que compare sus condiciones en esta misma calculadora de préstamos, “jugar” con los plazos y encontrar la mejor opción para su estrategia.
Cuéntanos en los comentarios si alguna vez has usado una calculadora de préstamos y qué tanto te sirvió para tomar una decisión empresarial.