Decenas de personas se han manifestado ante las puertas del Liceo Caracense de Guadalajara, después de que desde este centro educativo se haya comunicado a una alumna de 12 años, de padres de religión musulmana y de nacionalidad española, que no puede entrar con el velo en clase.
Según ha informado hoy el diario digital Nueva Alcarria, la madre, Sana Mahir, desde que su hija decidiera, hace varias semanas, ponerse el velo «por su propia voluntad», la dirección del centro le advirtió que no podía llevarlo en el aula porque estaba infringiendo las normas de convivencia, organización y funcionamiento (NCOF) del propio centro, advirtiéndola de que había que respetar estas normas y que en caso contrario, el no hacerlo podría conllevar la suspensión, de momento, del derecho a asistir a clase por un periodo de quince días.
Para Sana, «esto es solo es una norma, no una ley», y ha asegurado que, desde entonces, toda la familia «está sufriendo mucho porque la niña lleva dos semanas sin asistir a clase.
Pero la familia ha insistido en que niña entra cada día en el instituto. pero que no la dejan acceder al aula y es que, aunque no ha sido expulsada, si ha sido advertida de que si se pone el velo no puede entrar en el aula. «Este rechazo le hace mucho daño», ha dicho Sana.
Según el Nueva Alcarria, desde la Delegación de Educación se ha ofrecido a la familia la opción de que su hija siga los estudios en otro centro educativo donde no rigen las mismas normas, ya que cada uno tiene las suyas, la familia no quiere que se marche a estudiar a otro instituto porque este les gusta.
«Es un centro público y en España no hay ninguna ley que prohíba llevar el velo», ha manifestado la madre, tras insistir en que su hija «es más española que árabe y sabe hablar español aunque es también musulmana«, ha subrayado.
La Delegación de Guadalajara ha ofrecido acudir a otro instituto pero ni la familia ni ella quieren esa decisión.
Desde dicho medio se ha señalado que la Consejería de Educación ha apuntado que la alumna puede asistir a clase pero que como el Liceo tiene unas normas de funcionamiento, si no se cumplen, se da un aviso previo para que se cumplan. De momento, ya ha recibido una amonestación por la cual, si se reitera en no cumplir las normas, no podrá asistir a clase en quince días. Unas normas de convivencia que la Delegación de Educación, en coordinación con el centro educativo, están analizando pero que han sido aprobadas en un Consejo Escolar.