El Ayuntamiento de Guadalajara decretó el pasado viernes, 4 de octubre, la suspensión de las visitas turísticas a la capilla Luis de Lucena «debido al riesgo que presenta el único acceso a este monumento desde la cuesta San Miguel como consecuencia del mal estado de la parte trasera del edificio colindante, la antigua gasolinera Diges».
Así lo ha comunicado hoy el concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban, responsable de decretar el cierre de esta instalación, junto a la jefa de Área de Urbanismo, Blanca Causapié, supervisora de los informes técnicos que así lo aconsejan.
“Hay un informe fundamentado de los arquitectos municipales que advierte que hay riesgo para las personas en este acceso y evidentemente no queda otra opción que suspender la actividad”, ha señalado el concejal de Urbanismo.
Asimismo, Esteban ha indicado que se ha dado traslado de esta resolución a la consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, “que es quien declaró en 2014 que esta antigua gasolinera era un bien integrante del patrimonio cultural regional, cuando las propietarios solicitaron al Ayuntamiento de Guadalajara su demolición ante la amenaza de ruina, y la Junta solo la autorizó parcialmente”.
“Los propietarios no ejecutaron lo que ordenó la Junta, la demolición parcial y la conservación de las fachadas y de la marquesina de la antigua gasolinera y han pasado ya diez años, y ahora la parte trasera del inmueble tiene riesgo de desprendimiento, como consecuencia de no haber actuado los propietarios, ni la Junta de forma subsidiaria”, ha explicado Esteban.
“Hemos instado a la Junta a que actúe, pues el Ayuntamiento de Guadalajara ya ha actuado en el ámbito de sus competencias, que es suspender la actividad por el riesgo en el acceso a un inmueble, pero es la administración regional quien debe desatascar este asunto que lleva enquistado toda una década, obligue a los propietarios o que actúe subsidiariamente porque es la que tiene que hacer que sus resoluciones se cumplan”, ha asegurado Esteban.
Esteban ha lamentado que por esta inacción de la Junta «la Capilla Luis de Lucena, que es un monumento muy visitado, permanezca eternamente cerrada” .
La jefe de Urbanismo, Blanca Causapié, ha explicado que la antigua Gasolinera de Diges “no es un edificio catalogado en el Plan General de Urbanismo de Guadalajara”.
Por ese motivo, cuando en 2014 los propietarios pidieron su demolición, el Ayuntamiento la autorizó, aunque remitió el expediente a la Junta, por encontrarse en un entorno de edificios que si estaban catalogados como BIC.
Y aunque ha habido diferentes informes técnicos sobre este edificio en ruina durante los últimos años, el último informe viene motivado por el aviso de los técnicos de turismo, ante los signos evidente ya externos del mal estado de la pared colindante con el acceso a la Capilla Luis de Lucena, ha explicado Causapié.
“Sin entrar a valorar si el inmueble de la antigua gasolinera que se encuentra en mal estado se debe conservar o no, pues no es esa la cuestión ahora, pero sí que hay una responsabilidad jurídica de quien resuelve que el edificio se debe conservar y no demoler si finalmente se derrumba, tampoco se habrá protegido”, ha finalizado Causapié.