La variante británica del SARS-CoV-2, conocida como ‘cepa británica’ ya es la responsable de más del 80% de casos de COVID 19 en la provincia de Guadalajara, según reconoce la propia consejería de Sanidad en su estrategia de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, para la contención de la expansión del COVID-19 en el ámbito territorial de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
«La aparición y difusión de nuevas variantes del SARS-CoV-2 (cepa británica entre otras) con una aparente mayor transmisibilidad y virulencia obligan a las autoridades sanitarias a mantener un rigor más estricto en la vigilancia y aplicación de las medidas de control y prevención de la enfermedad. En este sentido, la estimación de prevalencia de la cepa británica en la semana 14 en Guadalajara se sitúa por encima del 80,0%…», según la documentación a la que ha tenido acceso EL HERALDO DEL HENARES.
La agresividad y facilidad de contagios de esta variante frente a otras en circulación, es la que ha servido de justificación al Gobierno regional de Emiliano García Page para adoptar medidas más restrictivas de las libertades sociales y económicas para los más de cien mil vecinos que viven en amplias zonas básicas de salud de la provincia de Guadalajara: la capital, Cabanillas del Campo, Azuqueca de Henares, Alovera, Marchamalo, Mondéjar, Quer, Villanueva de la Torre…
Según dicha documentación, «durante la semana epidemiológica número 13 de 2021 (del 29 de Marzo al 4 de abril de 2021), en la Provincia de Guadalajara se declararon al Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Castilla-La Mancha 444 casos de COVID-19 lo que supone una tasa de incidencia semanal de 169,5 casos/100.000 habitantes (IC 95%: 153,7- 85,2)».
Posteriormente, «durante la semana epidemiológica número 14 de 2021 (del 5 al 11 de abril de 2021), en la Provincia de Guadalajara se han declarado al Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Castilla-La Mancha un total de 531 casos de COVID-19 lo que supone una tasa de incidencia semanal de 202,7 casos/100.000 habitantes (IC 95%: 185,4-219,9)».
«Así pues, en las semanas epidemiológicas 13 y 14 de 2021 se han declarado en la Provincia de Guadalajara un total de 975 casos de COVID-19 lo que supone una tasa de incidencia acumulada en 14 días de 372,1 casos/100.000 habitantes (IC 95%: 348,8-395,5)», añaden en su argumentario desde el Gobierno regional al sumar las semanas 13 y 14.
Esta incidencia, sin embargo, no se reflejaba en el caso de pacientes hospitalizados en cama convencional, ya que a fecha16 de abril el hospital de Guadalajara contaba con 60 pacientes por un total de 82 nueve días antes.
Si tomamos los datos de la UCI, el 7 de abril eran 17 críticos por 19 nueve días después. O lo que es lo mismo, la presión hospitalaria, según los datos de la propia Junta, había pasado de 99 hospitalizados el día 7 de abril a 79 el día 16 de abril: 20 pacientes menos en una semana, con casi idénticos datos de presión en la UCI, 17 por 19.
«Con fecha 14/04/2021, el porcentaje de camas ocupadas por pacientes COVID-19 en la Provincia de Guadalajara asciende al 19,0% y el de pacientes COVID-19 en unidades de críticos al 42,1%», explica la Junta en su documento de restricción de libertades.
Ese supuesto incremento de la presión hospitalaria, que no lo es tal, ya que los pacientes COVID en cama convencional, según la propia Junta, es del 19% y el de críticos es del 42%, igual que hace 9 días, es el que ha servido para que el Gobierno regional de García Page haya cerrado varias zonas básicas de salud de toda la provincia, hay decretado cierres de negocios y haya convertido a Guadalajara en la única capital de provincia de toda España con todo el sector hostelero, de ocio, deportivo y de grandes superficies comerciales -que no sean de alimentación-, cerrado.