La empresa organizadora del Festival Gigante ha emitido un comunicado en el que ha valorado muy positivamente la vuelta de este evento musical a la ciudad de Guadalajara tras cuatro años en Alcalá de Henares.
«Pese a las inclemencias meteorológicas, el décimo aniversario del Festival Gigante ha salido adelante con éxito gracias al apoyo, paciencia y comprensión del público, los artistas y las peñas y bares locales», han señalado estas fuentes, que han recordado que en la jornada del viernes debido a la intensa tormenta de lluvia y viento la organización se vio obligada a cesar la actividad durante el concierto de la gira de despedida de Rayden.
Y es que el madrileño, inmerso en su gira de despedida de los escenarios tras más de 20 años de carrera, resistió contra los elementos y ofreció un emotivo e inolvidable directo ante un público más que entregado y donde parecía que hasta el cielo lloraba de pena, dando un poético y perfecto adiós de Guadalajara al artista.
El sábado 31 de agosto volvió la música a sonar de nuevo, primero al mediodía en la plaza Mayor para disfrutar de las actuaciones gratuitas de Carmesí, en un improvisado acústico por problemas técnicos a causa de la lluvia, Ángela González y Pupe.
Al caer la tarde, el recinto principal abría sus puertas y se llenaba de música con el concierto de Casino Montreal en el Escenario Gigante. El nuevo proyecto de los componentes de The Morgans presentaba los temas de su disco debut, ‘El hombre excepcional’, en un show donde los de Ponferrada hicieron gala de sus implacables estribillos y contundentes bases rítmicas, y que contó con la colaboración sorpresa de Tessa.
Tras ellos, otra despedida, la de los emblemáticos Niños Mutantes, que ponen fin a su carrera y ofrecieron un profundo repaso a los más de 10 discos que componen sus 30 años de trayectoria, entre los que encontramos himnos como ‘Todo va a cambiar‘, ‘Náufragos‘ o el siempre aclamado ‘Errante‘.
Tomó el relevo el gran cabeza de cartel internacional de esta edición: The Vaccines. La banda londinense saltó al escenario con el mítico ‘Live and let die‘ de fondo, en un brillante show en el que repasaron su extensa discografía ante un público eufórico que disfrutó al máximo de canciones como ‘I always knew’, ‘If you wanna’, ‘All my friends al falling in love’ o ‘Wetsuit‘.
Puso el cierre la irreverencia de Ojete Calor en una auténtica explosión de carisma, humor y contagiosos hits como ‘Agapimú‘, ‘Morreo‘, ‘Viejoven‘ o ‘Corre Sarah Connor‘, para el que incluso se armaron con unos cañones lanza humo que desataron la locura entre los miles de asistentes.
Sobre las tablas del Escenario Vibra Mahou desplegó Karmento su folklore manchego, imponiéndose ante la lluvia y enamorando a propios y extraños con ese precioso homenaje a su pueblo, lo rural y sus raíces llamado «La Serrana«.
Llamando al buen tiempo llegó Xoel López, que salía a escena con ‘Here comes the sun‘ como banda sonora, para luego sumergirnos en el evocador viaje de su último disco —el decimosexto de su carrera— ‘Caldo Espírito‘, sin dejar a un lado himnos infalibles como ‘Lodo’, ‘Tigre de bengala‘ o ‘Tierra‘.
Un magnífico y luminoso concierto que dio paso a otro artista que siempre deja una estela brillante allá por donde pasa. Carlos Sadness y su infalible show tropical hizo bailar a todos a ritmo de ‘Te quiero un poco’, ‘Amor Papaya’ o ‘Aloha‘, su single junto a Bomba Estéreo.
Y los hermanos alcarreños SuperFrame pusieron el fin de fiesta con su sesión DJ cargada de eternos hits y juegos audiovisuales.
En el Escenario Guadalajara fueron protagonistas las guitarras afiladas de los locales Alice’s Cream; la magia del universo electrónico de Tessa; la madurez y contundencia sonora de Bauer; la intensidad y potencia de Les Blondes; la garra rock de Lady Banana; la alegría de los ritmos tropicales de Claim; y el ecléctico set de Popi & Sito.
Entre concierto y concierto, el público pudo crearse un look fantasía repleto de glitter y ganar premios jugando en la ruleta o en la piscina de bolas de los stands de Vibra Mahou y Vibra Mahou Rosé.