Mientras la gestión de la pandemia de coronavirus en Madrid a cargo del Ejecutivo regional de Isabel Díaz Ayuso, con la combinación de medidas de protección de la salud con la libertad económica, se está convirtiendo en un ejemplo a seguir no solo dentro de las fronteras nacionales, sino incluso en terceros países, el Gobierno castellanomanchego de Emiliano García Page sigue optando por la restricción de libertades públicas y económicas para luchar contra unas cifras de contagios que no dejan de descender.
Sin un plan alternativo, el Consejo de Gobierno de Castilla La Mancha, reunido hoy martes 17 de noviembre ha decidido prorrogar el cierre perimetral de la región, lo cual afecta a la provincia de Guadalajara, y el toque de queda desde la medianoche a las 6 de la mañana, por un tiempo indefinido, según ha informado MiraCorredor.
El toque de queda nocturno prohíbe la movilidad de 12 de la noche a 6 de la mañana en toda la comunidad autónoma y el cierre perimetral impide salir y entrar de la región sin causa debidamente justificada, lo que significa que no se puede ir de Madrid a Guadalajara y viceversa, salvo por motivos laborales, médicos, de estudios o de fuerza mayor.
Según ha informado la Junta, la tasa de incidencia acumulada en las semanas 44 y 45 (300 y 265 casos por 100.000 habitantes respectivamente), la incidencia acumulada en los últimos 14 días (próxima a los 600 casos por 100.000 habitantes), las elevadas tasas de incidencia en personas con 65 y más años de edad (incidencia acumulada en los últimos 14 días en torno a 600 casos por 100.000 habitantes), el peso relativo los mayores de 64 años de edad sobre el total de casos (19,1%), el elevado porcentaje de pruebas diagnósticas positivas (19,0%) y la situación de los indicadores de ocupación hospitalaria (especialmente la ocupación de UCI), se sitúan claramente muy por encima de los umbrales de alerta establecidos en Castilla-La Mancha.
Estos indicadores ponen de manifiesto que, aunque se ha observado una cierta mejoría de la semana 45 a la semana 44, Castilla-La Mancha todavía se encuentra en un escenario de transmisión comunitaria, lo que exige la adopción de medidas específicas a las medidas generales aplicadas por la Consejería de Sanidad en todo el territorio regional, han finalizado estas fuentes.