El delegado de la Junta en Guadalajara ha explicado que ya se ha reunido la mesa encargada de la apertura de las plicas presentadas al concurso y que, a partir de ahora, se cumplirán los trámites y plazos previstos en la nueva ley de contratos del sector público para proceder, una vez concluidos los mismos, a la adjudicación de la obra, un trámite que se prevé para este mes de septiembre.
Un total de 14 empresas han concurrido a la licitación de la obra del puente árabe de Guadalajara, una actuación para la que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene prevista una inversión superior al medio millón de euros, según han informado fuentes de la delegación de la Junta en la provincia alcarreña.
Ayer se reunió la mesa encargada de la apertura de las plicas presentadas a este concurso y ahora se dará cumplimiento a los plazos previstos por la nueva ley de contratos del sector público para proceder, una vez concluidos los mismos, a la adjudicación de la obra.
El delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo, ha mostrado su satisfacción por el avance en la tramitación de este proyecto, que ha calificado de “emblemático” para la ciudad de Guadalajara.
Del mismo modo, ha hecho hincapié en que esta actuación “es una muestra más del cumplimiento de la palabra dada por el presidente Emiliano García-Page y de su compromiso con la ciudad de Guadalajara”.
Rojo ha señalado que la previsión es que la obra pueda estar adjudicada en el mes de septiembre y comenzar antes de que finalice el año.
El Gobierno regional sacó a licitación la obra de rehabilitación del Puente Árabe de Guadalajara el 4 de julio, con un presupuesto base de 523.606,87 euros, IVA incluido, y un plazo de ejecución máximo de 8 meses.
Los orígenes del Puente Árabe de Guadalajara se remontan a los años de transición del siglo X al XI, en la época árabe califal. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931. Su construcción está protegida por la categoría de Bien de Interés Cultural, por lo que toda actuación sobre el mismo debe ser respetuosa con la imagen actual del puente.
Las actuaciones proyectadas en él por el Gobierno regional tienen como finalidad garantizar la seguridad estructural del puente y prolongar la vida útil del mismo, sin afectar en ningún caso la imagen actual, por la que fue declarado Monumento Histórico Artístico.
En concreto, la rehabilitación se centrará en diversos elementos del puente, especialmente en lo que ha supuesto la ampliación del tablero a principios del pasado siglo.
Se realizará una reconstrucción de todas y cada una de las costillas con hormigón autocompactante para evitar el vibrado y además garantizar una buena compacidad que proteja mejor las costillas interiores de acero.
También está prevista una minuciosa actuación sobre los arcos y tajamares, tanto desde el punto de vista de limpieza como en lo que se refiere al rejuntado de la mampostería o la reconstrucción de los mismos. La actuación se completará con la reconstrucción de las aceras, pavimentación e iluminación.
El puente tiene una anchura total de 10 metros, una calzada de 7,60 metros que coincide con la anchura entre tímpanos del arco, y unas aceras de 1,20 metros.
Está construido íntegramente en piedra labrada y consta de cinco arcos de medio punto sobre el río. Los dos primeros sobre la margen izquierda son de origen árabe y entre ellos aparece un arco de herradura situado sobre un tajamar que actúa como aliviadero en las crecidas del río. Los dos arcos siguientes son arcos reconstruidos en la época de Carlos III con sillares labrados. Fuera del río, consta de cuatro arcos más, tres de los cuales han sido recientemente destapados al retirar la maleza y lodo que los cubría.