Del 20 de junio al próximo 8 de julio, las instalaciones del céntrico museo Francisco Sobrino, serán la sede «de la magnífica exposición» que el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara ha dedicado a La Hispano S.A., Fábrica de Automóviles y Material de Guerra, que se puso en marcha en nuestra ciudad el 10 de junio de 1918.
Al cumplirse el centenario de su implantación, “se ha querido rendir un homenaje especial a esta emblemática fábrica, que fue durante muchos años motor de la vida económica de la ciudad y de su entorno”, señala en un comunicado Armengol Engonga, concejal de Cultura.
Exposición y conferencia
El patio del Museo Francisco Sobrino, convenientemente tematizado, albergará el automóvil Hispano-514, propiedad del Patronato Municipal de Cultura, que fue fabricado en Guadalajara en 1931. Se exhibirán también otros materiales relacionados con la trayectoria de la citada empresa.
El acto inaugural tendrá lugar el miércoles, 20 de junio, a las 19 horas. Seguidamente, a las 19.30 horas, se celebrará la conferencia sobre la historia de La Hispano y sus sociedades afines impartida por Pedro José Pradillo, técnico de patrimonio cultural del PMC.
La exposición se podrá visitar en los horarios de apertura del Museo Francisco Sobrino:
Martes, sábados, domingos y festivos de 9:30 a 13:30 horas
Miércoles, jueves, viernes y sábados de 16:30 a 20:30 horas
Lunes cerrado
Historia de la emblemática fábrica
El proyecto de instalación en la capital alcarreña de los talleres y las líneas de producción de La Hispano, había comenzado dos años atrás. La iniciativa partía de la corona y de su consejo de ministros, allí donde tenía un papel relevante el conde de Romanones, quien fue capaz de convencer a Damián Mateu, presidente de La Hispano–Suiza, para erigir en Guadalajara una factoría dedicada a la fabricación de automóviles y camiones ligeros, material de guerra, motores de automovilismo y de aviación, y aeroplanos.
A lo largo de dos décadas de plena actividad las naves industriales de la “Regalada de Marchamalo” acogieron diferentes sociedades que desarrollaron una importante actividad industrial, favorecieron el fomento de la técnica y de la creación de empleo. Tal fue su importancia que en 1920 recibió la visita del entonces rey de España, Alfonso XIII, y de su esposa, la reina Victoria.
Gracias a estas empresas, y al establecimiento del Servicio de Aerostación del Ejército en 1896, Guadalajara fue reconocida como una de las principales ciudades dedicadas a la industria automovilística y, sobre todo, como uno de los más importantes centros mundiales destinados al progreso de la técnica y de la conquista del espacio aéreo, haciendo de la aviación una seña de identidad mucho más allá de la mera actividad industrial.