El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha mostrado hoy los dos recibos que ha recibido uno de los vecinos desalojados de las viviendas sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, correspondientes, por un lado, al alquiler de dicha vivienda (en la cual no puede residir), y por otro, al alquiler de la vivienda donde tiene que vivir mientras se subsanan las deficiencias.
Román ha querido demostrar así que lo que le transmitieron los vecinos de Laguna La Colmada en la reunión mantenida hace algunos días en el Ayuntamiento, era cierto, a pesar de que la consejera de Fomento de la Junta lo haya negado.
“A este vecino en concreto -ha señalado- se le ha girado el recibo correspondiente del mes de enero de la vivienda social de GICAMAN y además el del alquiler de la vivienda donde está residiendo. El primero, lo ha rechazado, pero se le ha girado. Es una queja que me transmitió en el encuentro que mantuvimos. Cuando me lo planteó, insistí en la veracidad de dicha queja, porque me sorprendió, pero hemos comprobado que realmente existen esos dos recibos. Además, al parecer este no es el único vecino afectado”.
Antonio Román ha subrayado que, tras esa reunión, su responsabilidad como alcalde era trasmitir todas las quejas formuladas a la administración competente, la Junta de Comunidades de Castilla -La Mancha. En ese encuentro, y así se lo transmitió por carta a la consejera de Fomento, los vecinos se quejaron de la falta de una comunicación más clara y directa con ellos.
Román afirma que todavía existen familias con hijos viviendo en hoteles, semanas después de que fueran desalojadas. Hay otras, con niños pequeños, a las que se les ha ofrecido una vivienda en Horche, “cuando -señala Román- entiendo que el realojo debe producirse en el mismo término municipal. También hay gente alojada en un hotel del polígono. Todas ellas, tienen que buscarse sus modos de desplazamiento a diario”.
Antonio Román ha subrayado que por parte del Ayuntamiento de Guadalajara se ha tratado de cooperar con la administración regional desde el primer momento, priorizando siempre la defensa de los vecinos y de su seguridad.
El alcalde, quien señala que probablemente haya que exigir responsabilidades por el perjuicio que se está ocasionando a los vecinos, ha manifestado también que éstos se quejan de que se sienten abandonados desde que ya no hay micrófonos a las puertas de sus casa.
Román pide “que por parte de la Junta de Comunidades se piense más en las personas y menos en quitarse el problema de encima”. Ha anunciado que la semana que viene volverá a mantener una reunión de seguimiento con los afectados.