Antonio Román, candidato del PP a la Alcaldía de Guadalajara y actual alcalde de la capital alcarreña, ha calificado de “hecho absolutamente atroz y salvaje” el conocido ayer sobre la agresión sexual que sufrió una menor en la localidad de Azuqueca de Henares a manos de varios hombres, mayores y menores de edad y de la que informó en primicia este diario y el diario EL MUNDO.es.
En este sentido, ha exigido la ampliación de la Prisión Permanente Revisable para casos como el acontecido en esta localidad, según han informado fuentes del PP en un comunicado.
“Parece mentira que en una sociedad civilizada del siglo XXI, que lucha por la igualdad, sigan ocurriendo hechos de este tipo. Y en este caso con la gravedad añadida de que la víctima es una menor y de que entre los agresores también hay menores de edad. Se trata de una violación en serie que se produjo tras retener contra su voluntad a una menor, que sufrirá las secuelas de esa terrible agresión durante toda su vida”, ha dicho.
Antonio Román ha señalado que para afrontar situaciones de este tipo es necesario seguir educando en valores, en la igualdad y el respeto a la no violencia. Pero también es necesario el endurecimiento de las penas a los condenados por delitos de este tipo”.
De hecho, tal y como ha manifestado, el PP ha propuesto que no se derogue la Prisión Permanente Revisable, como pretende el PSOE, otros partidos populistas «e, incluso, Ciudadanos, que se abstuvo ante esa posible derogación».
“El PP es partidario de ampliar los supuestos descritos para la aplicación de la Prisión Permanente Revisable y uno de ellos es, precisamente, el correspondiente a las violaciones en serie o a menores tras privarles de libertad o torturarles”.
45 minutos de tortura y violaciones continuadas
Ocurrió hace poco más de un año, el aniversario se cumplió el pasado 15 de marzo, un terrible suceso que tuvo como víctima a una niña de 12 años de edad, cuando fue violada de forma brutal por una ‘manada’ de al menos seis jóvenes de entre 15 y 20 años.
Sin embargo, este suceso fue silenciado y hasta el día de hoy ha permanecido oculto para los vecinos del municipio alcarreño de Azuqueca de Henares, una pequeña urbe industrial de 35.000 habitantes que ha visto incrementarse de forma alarmante sus estadísticas de delitos contra la integridad sexual en el último año, según los datos del ministerio del Interior.
Según ha podido confirmar EL HERALDO DEL HENARES,los hechos tuvieron lugar el pasado 15 de marzo de 2018, cuando la menor, una niña española de 12 años de edad, se encontraba en compañía de varios amigos de su edad en el parque del Lavadero de Azuqueca. Sobre las 13,00 horas, se presentaron varios jóvenes, todos ellos de origen marroquí y alguno nigeriano. Algunos de ellos eran conocidos de la víctima por el entorno escolar o de amistades comunes.
Estos jóvenes cogieron a la niña y a una de sus amigas y se las llevaron en volandas a un edificio abandonado próximo al parque, una antigua residencia de ancianos de la calle Virgilio Navarro, que lleva varios años cerrada. Allí las introdujeron en una de las habitaciones, en donde las retuvieron durante unos minutos mientras entre ellos discutían “en árabe”. Minutos después, liberaron a la amiga “por ser mora”, según le explicó esta última a la víctima antes de abandonar la casa.
A continuación, uno de ellos cogió a la niña en brazos por la fuerza y se la llevó a uno de los baños de la vivienda. Allí, colocaron unas chaquetas en el suelo y la tumbaron fuerza boca abajo. En ese momento, según recuerda la víctima, comenzó el infierno: ‘la sujetaron de manos y piernas y le taparon la boca, la desvistieron de cintura para abajo y comenzaron a violarla analmente uno a uno’. En total, ella cree recordar que fueron al menos cinco o seis, siempre comenzando por uno de los mayores de edad, O. Ch., que acababa de cumplir los 18 años y es el que precisamente aún sigue en prisión provisional por estos hechos.
De nada le sirvió a la joven chillar y pedir socorro. La manada le dio la vuelta y comenzó a violarla uno a uno, esta vez vaginalmente. Sus amigos, fuera, escuchaban los gritos de auxilio e intentaron entrar en la vivienda abandonada. Pero allí siempre había uno de los agresores amenazándolos con un palo para disuadirles de entrar: “El que entra, no sale”, les decía.
Finalmente, tras unos 45 minutos de tortura, y cuando todos terminaron y se fueron, la niña pudo vestirse y salir a la calle donde aún seguían sus amigos. La amiga de la víctima aseguró a la Guardia Civil que O. Ch. dijo antes de entrar en la vivienda que “iba a violar a su amiga y cuando salió dijo que ya había hecho lo que tenía que hacer”.
Esa misma tarde, la Guardia Civil de Azuqueca de Henares comenzó sus investigaciones y realizó las primeras detenciones. En total, fueron identificados cuatro menores de origen marroquí, así como dos mayores de edad, un marroquí y un nigeriano.
Según fuentes jurídicas, tres de los menores pactaron sus penas con la Fiscalía de Menores y ya han sido condenados a tres años de internamiento en un centro cerrado y vigilado, más otros cinco años de alejamiento respecto de la víctima una vez que cumplan la pena privativa de libertad.
De los dos mayores de edad denunciados, con edades entre 18 y 20 años, O. Ch., líder de la manada azudense, sigue en prisión preventiva acusado de los delitos de agresión sexual y detención ilegal. Además, la Fiscalía argumenta que utilizó a su novia para intentar comprar el silencio de la víctima. El segundo adulto, por su parte, quedó en libertad tras presentar una coartada.
A pesar de haber sido un suceso muy comentado entre los escolares del instituto donde la víctima cursa sus estudios, no se informó de forma oficial a la opinión pública en ningún momento. Esta es la primera noticia que se ofrece sobre estos hechos.