El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado hoy Guadalajara las instalaciones del Servicio de Vacunación Centralizado de la ciudad sitas en el polideportivo San José y donde ha aprovechado para ofrecer uno de sus habituales monólogos sin preguntas de periodistas.
Fotografías: Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa
La visita política de Sánchez a Guadalajara se ha organizado para ‘celebrar’ que el 70% de la población española está vacunada contra la COVID y pretendía tener un carácter simbólico, ya que fue en la provincia de Guadalajara en donde se administró la primera vacuna contra el SAR COV 2 en territorio nacional.
Por este motivo, entre los asistentes al acto, además de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, del presidente de la Junta de Castilla La Mancha, Emiliano García Page y de numerosos cargos institucionales del PSOE, se encontraba también Araceli Hidalgo, residente del centro de mayores Los Olmos, y primera vacunada de España, así como la enfermera Carmen Carboné, que fue quien le inoculó la primera inyección a Hidalgo.
Sánchez, que no hizo ningún tipo de autocrítica, no ya solo al retraso en dos semanas que él mismo anunció para llegar a la cifra del 70% de vacunados, o de la gestión errática de la pandemia, con retrasos en la compra de material sanitario, inconstitucionalidad del Estado de Alarma, falta de mascarillas en marzo de 2020, la elevada cifra de fallecidos, más de 120.000, parálisis legislativa que ha impedido la aprobación de una ley nacional que permita tomar medidas fuera de los Estados de Alarma, etc, se limitó a reconocer el papel de los profesionales del dispositivo de vacunación, así como el de los ciudadanos, “que han sido responsable y han confiado en la ciencia, sin dejarse arrastrar por las patrañas y las supersticiones”.
Según los datos que ha ofrecido, a día de hoy, más del 92% de los mayores de 40 años tienen pauta completa, y casi el 100% de los mayores de 70.
En total, hasta hoy, se han inoculado en nuestro país 66.130.220 dosis, con lo que más de 36,5 millones de personas, el 77% de la población, tiene, al menos, una dosis, y más de 33,3 millones disponen de la pauta completa.
Un discurso aún más político y menos institucional que el de Sánchez fue el del presidente de la Junta, Emiliano García Page, que centró su intervención en atacar a su antecesora en la Presidencia del Gobierno castellanomanchego, Dolores Cospedal, a la que volvió a acusar de desmantelar los servicios públicos.
“En qué condiciones hubiéramos abordado esta crisis sanitaria absolutamente imprevisible y voraz con el sistema sanitario que nos encontramos (en 2015). Entonces, el 70 por ciento era de despidos, no era de vacunación… Por eso este proceso tiene un calado histórico y nos ha vacunado contra otros virus, el virus de los recortes y el desprecio al servicio público y al estado de bienestar”, dijo García Page.
Tanto los accesos por la calle como el propio polideportivo San José, lugar del acto, se cerraron al público y a los medios de comunicación, ya que solo se permitió la entrada de las agencias de noticias gubernamentales EFE y Europa Press y de la televisión pública, RTVE, y desde primera hora de la mañana de hoy se dispuso alrededor del perímetro un fuerte cordón policial. Tan solo tenían acceso al centro de vacunación aquellos vecinos de Guadalajara que habían sido previamente citados para administrársele la dosis que le correspondiera.
Eso no impidió, no obstante, que decenas de personas se concentraran en la acera de enfrente y profirieran silbidos y abucheos al paso de la comitiva de Sánchez, tanto a la entrada como a la salida del recinto.