Un estudio elaborado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, ha revelado que el 91 por ciento de los profesores denuncia problemas de convivencia en sus clases.
Además, casi el 72 por ciento reconoce haber sufrido agresiones verbales, físicas o amenazas por parte de los alumnos, y el 39 por ciento confiesa haber sido víctima de la violencia de las familias de los estudiantes.
El estudio, que se ha presentado esta semana con motivo de la celebración del Día del Maestro, se ha realizado mediante cuestionarios a más de 3.000 docentes que trabajan en centros públicos de Enseñanza Primaria y Secundaria de todas las comunidades autónomas, para conocer de primera mano las situaciones que se viven diariamente en las clases.
La encuesta pone de manifiesto los problemas de convivencia diarios entre alumnos y entre alumnos con profesores, según han informado fuentes del sindicato CSIF Guadalajara en un comunicado.
En este sentido, otro dato especialmente preocupante es que más de la mitad de los docentes (casi el 60 por ciento) reconoce que en sus aulas se producen agresiones frecuentes entre alumnos.
Por etapas académicas, en Educación Primaria, el 82 por ciento de los profesores detecta problemas de convivencia, y más de la mitad (el 55 por ciento) afirma haber sido agredido por parte de los alumnos.
La agresividad también es habitual entre los estudiantes a pesar de su edad (entre 6 y 12 años), ya que el 48 por ciento de sus maestros confiesa que sus estudiantes recurren habitualmente a la violencia entre ellos.
Todos estos porcentajes empeoran en la Enseñanza Secundaria, donde el 94 por ciento de los profesores reconocen problemas de convivencia en sus clases (frente al 91 por ciento del total).
También en esta etapa sufren más agresiones o faltas procedentes de los alumnos (casi 80 por ciento frente a la media total de 71 por ciento); mientras que el porcentaje de agresiones o faltas por parte de las familias de alumnos apenas varía (36 por ciento).
Los estudiantes también son más violentos entre sí (el 65 por ciento de los profesores confiesa que las agresiones entre los alumnos son frecuentes).