Una joven de 18 años, vecina de Guadalajara, ha dado ahora a conocer la historia de los abusos sexuales que sufrió mientras estuvo ingresada en el hospital alcarreño ahora hace tres años.
Según un reportaje emitido por Antena 3 TV, los hechos tuvieron lugar en julio de 2020, cuando el país todavía sufría los confinamientos -luego declarados inconstitucionales– decretados por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez.
En esa época, esta joven, como tantos otros jóvenes que resultaron afectados psicológicamente por culpa de la restricción inconstitucional de libertades individuales que sufrieron los españoles durante aquellos meses, sufrió desórdenes psicológicos, en su caso en forma de trastornos alimentarios. Por ese motivo, fue ingresada en el hospital de Guadalajara. Allí, siguiendo un estricto protocolo sanitario, también estaba aislada de su entorno familiar y social.
Es durante esa estancia cuando la joven comienza a sufrir el acoso de un celador del hospital alcarreño. Al comienzo, con besos supuestamente amigables y tocamientos casuales. Finalmente, con abusos más evidentes que concluyeron en una agresión sexual y amenazas para que no diga nada.
Esta chica, de 18 años, queda en shock y es incapaz de articular palabra hasta pasados unos días gracias a una auxiliar del propio hospital que la nota muy decaída y consigue sonsacarle la verdad: ha sufrido una agresión sexual por parte de otro trabajador del centro.
Al poner su caso en conocimiento de los sanitarios sufre un ataque de ansiedad, se hace una lesión en la mano y pierde varias piezas dentales porque se desvanece y cae al suelo.
Finalmente, consiguen llevar a juicio al celador y este resulta condenado a cuatro años de cárcel y a una orden de alejamiento de la víctima durante 10 años.
Lo peor, según la joven es que además de que la pena es escasa, fue que el hospital de Guadalajara y sus responsables hicieron oídos sordos a su denuncia de la joven: “La psiquiatra me dijo que es un problema que tengo que gestionar, yo decido si sigo adelante con el tema y denuncio; o si, por el contrario, ellos hacen como que no ha pasado nada y se queda todo ahí”.
En su relato la joven sigue insistiendo en el mal proceder: “Cuando lo conté pedí por favor que se revisaran las cámaras y la psiquiatra me dijo que esas cámaras eran de vigilancia y no de grabación. Mi abogado descubrió que sí grababan y se destruía en unos días”, según el reportaje de Antena 3.
Además, después de todo lo ocurrido, la joven descubrió que ese celador había seguido trabajando en el centro hospitalario un año y medio más. “Se le prohibió que volviera a la planta pero es verdad que coincidimos en el ascensor”, lamenta esta chica.
Es más, según la agredida, la dirección del hospital, en manos de cargos del PSOE, lo que defendió durante esos meses era que había que respetar la presunción de inocencia de este celador. Por eso lo mantuvieron trabajando un año y medio.
En la sentencia que condenó al celador, el juez también condenó al SESCAM, dependiente de la consejería de Sanidad de Emiliano García Page, como responsable civil subsidiario por los daños causados a esta joven. Pero tan solo a pagarle 4.000 euros de indemnización a pesar de haber sufrido una agresión sexual.
Ahora la víctima tiene 21 años y quiere “visibilizarlo y que no vuelva a ocurrir y si vuelve a suceder que no se trate de esta manera”.