jueves , 31 octubre 2024

120 pulsaciones por minuto – 2017 – Robin Campillo

Esta peli obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 2017, pero además:

  • Premios del Cine Europeo: Mejor montaje. 3 nominaciones
  • Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
  • Críticos de Los Angeles: Mejor película extranjera
  • Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a mejor película extranjera
  • Premios Independent Spirit: Nominada a mejor película extranjera
  • Critics Choice Awards: Nominada a mejor película de habla no inglesa
  • Satellite Awards: Nominada a mejor película de habla no inglesa
  • Premios César: 6 premios incluyendo mejor película, guion original y montaje
  • Premios David di Donatello: Nominada a Mejor film de la Unión Europea
  • Premios Guldbagge (Suecia): Nominada a Mejor film extranjero
  • Festival de Cannes: Gran Premio del Jurado, Premio FIPRESCI

Por premios no quedará.

Curioso que un tema como el SIDA despierte, aún, tanto entusiasmo.

La peli es el relato de un grupo de activistas contra esta plaga en los años noventa en Francia.

Lo primero para intentar poner solución a un problema es reconocerlo.

La aceptación del problema tardó casi una década.

Recuerdo bien cómo empezó esta epidemia. Al principio se la llamaba la enfermedad de las haches, porque afectaba a heroinómanos, homosexuales y haitianos, después se agregó una nueva hache la de hemofílicos y después de heterosexuales.

Esta suma de haches nos hizo comprender que era un problema de toda la población. Algunos lo entendimos pronto y otros mucho más tarde.

La mojigatería y la falta de miras hizo que las medidas preventivas se implementaran cuando la infección ya había adquirido un carácter de pandemia.

La difusión del preservativo o los programas de metadona se encontraron con una oposición inusitadamente intensa, lo que difundió más y más la infección. Por cierto, nunca se ha pedido responsabilidades a los culpables.

Si esta peli ha funcionado tan bien entre la crítica y los festivales es porque lo que cuenta es una hermosa historia de amor con el fondo de la plaga del VIH, pero una historia de amor al fin y al cabo.

El amor entre Nathan y Sean es contado con pasión y veracidad, sentimos sus sentimientos y nos emocionan.

El grupo de personajes que les rodean están también muy bien señalados, con trazo grueso, pero muy reales.

Si queréis ver una buena peli sobre los inicios de esta enfermedad os tengo que remitir a una producción de 1993 de Roger Spottiswoode, un telefilm realizado con meticulosidad y corazón que ayuda a comprender cómo se investiga una nueva enfermedad y cómo se puede hacer comprender a la población y a los políticos de su importancia. Hablo de And the Band Played On que aquí en España se tituló (muy desafortunadamente) como En el filo de la duda, un título sin personalidad, con lo fácil que hubiera sido Y la banda toca, su traducción literal y una frase que se dice en la peli.

Mi puntuación: 6,17/10.

Muchos besos y muchas gracias.

Chistes y críticas en holasoyramon.com

Crítico de Cine de El Heraldo del Henares

Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos

En Vimeo: vimeo.com/holasoyramon

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Acerca de Ramón Bernadó

Cinéfago compulsivo desde la infancia. Cuando veo una peli no puedo resistir la tentación de escribir una crítica…

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