(*) Introducción: La importancia del hígado y su funcionamiento
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, desempeñando funciones clave en el metabolismo, la desintoxicación, la síntesis de proteínas y la regulación de diversas sustancias químicas en la sangre.
Entre sus funciones principales destacan:
- Metabolismo de nutrientes: Procesa carbohidratos, grasas y proteínas provenientes de la dieta, convirtiéndolos en energía utilizable.
- Detoxificación: Filtra toxinas y fármacos, eliminándolos del organismo.
- Producción de bilis: Fundamental para la digestión de las grasas.
- Almacenamiento de vitaminas y minerales: Como la vitamina A, D, B12 y hierro.
- Regulación de la glucosa: Mantiene el equilibrio de los niveles de azúcar en sangre.
Dada su importancia, es fundamental detectar a tiempo cualquier alteración hepática. Existen diversas pruebas médicas para evaluar la salud hepática, entre ellas:
- Análisis de sangre: Incluyendo enzimas hepáticas (ALT, AST, GGT), bilirrubina y albúmina.
- Ecografía hepática: Para detectar acumulación de grasa o anomalías estructurales.
- Biopsia hepática: En casos graves, permite un diagnóstico preciso.
Esteatosis hepática: Definición y causas
La esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, es una condición caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas.
Se considera patológica cuando el contenido de grasa supera el 5-10% del peso del hígado.
Existen dos formas principales de esteatosis hepática:
- Esteatosis hepática alcohólica: Causada por el consumo excesivo de alcohol, que altera el metabolismo lipídico del hígado.
- Esteatosis hepática no alcohólica (EHNA): Asociada a obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia y síndrome metabólico.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Dieta rica en azúcares y grasas saturadas.
- Sedentarismo.
- Factores genéticos.
- Uso prolongado de ciertos medicamentos (corticoides, antirretrovirales, etc.).
Manifestaciones clínicas
En sus etapas iniciales, la esteatosis hepática puede ser asintomática.
Sin embargo, a medida que progresa, pueden aparecer:
- Fatiga y debilidad.
- Dolor o molestia en el cuadrante superior derecho del abdomen.
- Hepatomegalia (hígado agrandado).
- Alteraciones en los análisis de enzimas hepáticas.
En casos avanzados, puede evolucionar a esteatohepatitis, fibrosis hepática e incluso cirrosis.
Diagnóstico y evaluación
El diagnóstico de la esteatosis hepática se basa en:
- Historial clínico y exploración física.
- Pruebas de laboratorio: Elevación de transaminasas y marcadores de resistencia a la insulina.
- Estudios por imagen: La ecografía es la técnica más utilizada, pero en casos específicos se pueden requerir TAC o resonancia magnética.
Tratamiento y prevención
No existe un tratamiento farmacológico específico aprobado para la esteatosis hepática, por lo que la terapia se basa en cambios en el estilo de vida:
- Dieta equilibrada: Reducción de azúcares refinados y grasas saturadas, aumento de fibra y proteína magra.
- Ejercicio físico regular: Al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica.
- Pérdida de peso gradual: Una reducción del 7-10% del peso corporal mejora significativamente la condición.
- Control de enfermedades metabólicas: Diabetes, hipertensión y dislipidemia.
- Evitar el alcohol y fármacos hepatotóxicos.
En casos avanzados, con fibrosis o cirrosis, puede ser necesaria la evaluación para trasplante hepático.
Conclusiones
La esteatosis hepática es una enfermedad en aumento debido a los estilos de vida modernos.
Aunque en sus primeras fases es reversible, si no se trata adecuadamente puede evolucionar a patologías graves.
La prevención y el manejo temprano, mediante una dieta saludable, actividad física y control de enfermedades asociadas, son claves para evitar su progresión.
Bibliografía
- Chalasani, N., Younossi, Z., Lavine, J. E., et al. (2018). The diagnosis and management of nonalcoholic fatty liver disease: Practice guidance from the American Association for the Study of Liver Diseases. Hepatology, 67(1), 328-357.
- European Association for the Study of the Liver (EASL). (2016). EASL–EASD–EASO Clinical Practice Guidelines for the management of non-alcoholic fatty liver disease. Journal of Hepatology, 64(6), 1388-1402.
- Mantovani, A., Csermely, A., Petracca, G., & Tilg, H. (2022). NAFLD and liver fibrosis biomarkers: Clinical applications and perspectives. Cells, 11(14), 2228.
- Wong, V. W., Adams, L. A., de Ledinghen, V., Wong, G. L., & Sookoian, S. (2018). Noninvasive biomarkers in NAFLD and NASH—Current progress and future promise. Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology, 15(8), 461-478.
Ramón Bernadó Marrero, médico de Familia
(*) Nota del autor: Artículo redactado, según mis indicaciones, por IA y posteriormente corregido y modificado por mí mismo.