¿Furgoneta, Monovolumen o SUV? Esta es la primera cuestión que nos plantamos cuando nos subimos por primera vez en la Doblo.
Vamos a hacer un ejercicio de imaginación y veamos las razones de por que nos hacemos estas preguntas. Empezamos por la Doblo en su caracterización de furgoneta. Tan solo pensamos en el maletero, sin ver nada más. Empezamos a meter cosas, una detrás de otra y nos damos cuenta de que tiene un estómago inacabable.
Litros y litros de capacidad, a los que podemos añadir unos cuantos más quitando la bandeja portaobjetos y colocando la pertinente rejilla separadora… La capacidad total en cifras llega casi hasta los 800 litros, que se duplican al quitar la comentada bandeja. Además, también existiría la posibilidad de replegar los asientos en 60/40 con lo que la ganancia en capacidad también es sustancial.
La versión furgoneta en su más amplia expresión. Capacidad a prueba de bombas… mas bien dicho, a prueba de equipaje para un par de semanas de una familia de 2 adultos y 3 adolescentes…
Superado el trámite de la versión “furgoneta”, vamos a centrarnos en el monovolumen. Dejamos atrás la capacidad para equipaje y buscamos la capacidad para personas. Empezando por las plazas traseras, un punto a su favor es, sin duda, la apertura deslizante de ambas puertas laterales.
Este sistema facilita el acceso al habitáculo en estas plazas hasta en esas situaciones límite en las que hemos aparcado en batería y casi tendríamos que hacer ejercicios de contorsionismo para poder entrar en el caso de llevar apertura convencional. Una vez dentro, las tres plazas son lo suficientemente amplias para viajar con comodidad los tres adolescentes que anteriormente nos habían llenado el maletero de equipaje.
Las dos plazas delanteras ofrecen buen espacio y comodidad suficiente. Versión monovolumen para viajar cómodamente los 5 componentes de la familia superada con excelente nota.
La versión SUV puede que sea la que más “escasa” se queda. No podemos decir que es un SUV ya que las posibilidades de tracción que ofrece no podemos compararlas con un SUV, pero sí nos va a permitir hacer alguna excursión y sacarnos de algún apuro en un momento dado.
Esta versión Trekking se diferencia de sus hermanos de gama en que ofrece una distancia libre al suelo de 10 mm, neumáticos mixtos (M+S), y un control de tracción específico (denominado Traction+), que se puede conectar por debajo de 50 km/h, que nos aporta un “plus” de tracción cuando las condiciones del terreno se complican, completando el “kit”, unas protecciones delanteras de los bajos. Prueba superada de la versión SUV.
Habitáculo
Después de la disertación para ver en que segmento encuadramos a la Doblo, pasamos a describir como es su interior. La verdad es que una vez sentados en el asiento del conductor pronto nos damos cuenta de que tiene poco que envidiar a los acabados de muchos turismos. Buenos ajustes, calidad de los plásticos y acabados bastante buena, excelente insonorización y muchos detalles que hacen que la vida a bordo sea muy agradable.
El cuadro de relojes esta presidido por el velocímetro y el cuentarrevoluciones acompañado por los marcadores de temperatura y nivel de combustible y un ordenador multifunción que nos da correcta información sobre todos los parámetros del viaje: consumo medio, consumo actual, autonomía, km…
En la consola central, la pantalla táctil multifunción U-Connet con navegador TomTom reclama toda la atención. Un poco más bajo encontramos la botonera con distintas funciones, dejando en el lado izquierdo el botón mágico del Traction+ que en más de una ocasión puede ser nuestra salvación….
Cerca del volante y en una posición elevada, muy cómoda de accionar, encontramos la palanca de cambios de 6 velocidades, con un funcionamiento suave y preciso y con acabado en cuero, lo que le da cierto aire de “luxury”. Otro detalle a tener en cuenta y viendo que el “confort” también es importante para este modelo, para el asiento del conductor disponemos de un apoyabrazos central.
En un vehículo de este tipo siempre es importante tener espacio suficiente para dejar objetos sin peligro de que se caigan o estorben durante la conducción. Y en la Doblo encontramos diversas soluciones para ello. En el túnel central los huecos habituales con uno específico para las botellas, en los paneles de las puertas más de lo mismo, espaciosos y útiles, pero justo encima del parabrisas, entre éste y el techo, disponemos de una gran bandeja que va de lado a lado con red incluida que, gracias a su gran espacio, podemos convertirlo en un “buen almacén de objetos”.
En marcha
Después de haber dicho líneas arriba que podíamos “compararlo”, siempre salvando las distancias, con un monovolumen, las prestaciones y comodidad de marcha tienen que estar a un buen nivel.
Y así es. Como cualquier turismo de gama media. Cómodo, amplio, fácil de conducir, buena insonorización… Y un buen motor. La versión que hemos tenido la oportunidad de probar equipaba la versión más potente del modelo Trekking, la 1.6 de 120 caballos asociada a una caja de cambios de 6 velocidades. Es un motor que funciona como un reloj en cuanto pasas la línea de las 1.500 rpm, (hasta ahí se muestra un poco perezoso) y con una suavidad total y buena celeridad, actuando con el cambio llegamos hasta la sexta velocidad a 2.500 rpm superando ya los límites de la velocidad máxima permitida.
Evidentemente, no podemos pedir aceleraciones fulgurantes, ni velocidad máxima de turismo, ni reacciones de un deportivo. Cumple sobradamente con su objetivo. Un coche amplio, ágil, cómodo y con una excelente relación potencia/versatilidad/consumo, dejando este en una media por debajo de los 7 litros siempre con carga y respetando los límites legales.
Tres en uno
Este es el mejor resumen que podríamos decir de la Doblo Panorama Trekking: monovolumen, furgoneta y SUV. Cada una de las “versiones” con sus limitaciones lógicas pero cumpliendo sobradamente su objetivo.