Que levante la mano el que no haya querido tener un Golf en su vida. Es un coche de culto, venerado por aficionados y no aficionados. O enamora para toda la vida o no quieres ni verlo… pero estos últimos, tal vez, por que no pueden tenerlo.
Reseña y fotografías de José Andrés Merino
Da igual la generación de Golf GTI de la que estemos hablando, siempre acapara miradas. Pero de lo que no hay ninguna duda es que si en su primera versión, allá por mediados los 70, era un coche espectacular y deseado, ahora, en su última versión lo es aún más.
Concretamente, desde el año 1976, es un compacto que ha ido enamorando generación tras generación y también, ha ido mejorando no solo a niveles prestacionales, sino en aspectos tan importantes como la seguridad, habitabilidad y el confort.
Ha conseguido aunar en un compacto la máxima deportividad y excelente comportamiento dinámico con una facilidad de uso y comodidad para el día a día. Sin olvidar el “cache” que tiene el Golf , claro. Pocos pueden presumir de ello y por ello, el Golf es uno de los coches más vendidos.
Inconfundible
Poco podemos decir de las líneas del GTI. Esta generación sigue con el diseño continuista que VW denomina cono “ADN histórico”, unas líneas y diseño que recuerdan claramente las primeras versiones pero que aportan lo suficiente como para seguir siendo actual y poder calificarlo como un coche del Siglo XXI.
Visto de frente, llama la atención la parrilla delantera, con unas generosos orificios para asegurar una buena entrada de aire, con estructura de nido de abeja.
Le siguen de cerca los afilados grupos ópticos que aseguran una buena visión nocturna y, por último, la imagen que tiene la vista delantera en conjunto, de empaque, fuerza y dinamismo. Sin olvidar claro, el inconfundible logo GTI que marca también la diferencia con sus hermanos de gama.
Continuando con la vista lateral, al ser una unidad de 5 puertas, puede que pierda un ápice de deportividad, pero muy ligeramente. Además pronto se olvida al ver las espectaculares llantas de 19 pulgadas, combinadas con unos neumáticos deportivos de perfil bajo, que dejan ver unas espectaculares pinzas de freno personalizadas acabadas en rojo.
La vista trasera no esconde el espíritu del GTI. La doble salida de escape combinada con un discreto alerón, le dan el toque definitivo de “coche deportivo”.
La combinación de todos estos detalles le convierten en un compacto inconfundible.
Interior
Después de haber disfrutado de sus líneas exteriores, nos adentramos en el interior del GTI. Una perfecta combinación en la tapicería de sus asientos hacen que la deportividad y elegancia se unan de una forma sublime. Los “más veteranos” y amantes de GOLF dicen que es una combinación que les recuerda mucho a la de las primeras generaciones del GTI. ¿Será verdad o simplemente es el “ADN Histórico del que habla VW? De lo que no hay duda es que combina con el GTI de manera espectacular.
Dejando la decoración pasemos a la efectividad de estos asientos. La tienen. Son duros y cómodos al mismo tiempo y ofrecen la sujeción necesario cuando le apretamos las tuercas al GTI. Las “orejas” laterales y de las piernas cumplen a la perfección con cometido y evitan resbalarnos hacia los laterales.
La habitabilidad es muy buena tanto en las plazas delanteras como en las traseras, si viajamos cuatro adultos. Si queremos añadir la quinta plaza trasera, se complica un poco más, pero no es imposible. Esta habitabilidad es posible ya que ha aumentado ligeramente su longitud, el ancho y la batalla, así como los pasos de rueda, cotas que se reflejan claramente en su espacio libre interior.
La posición del conductor siempre se ha caracterizado en los Golf por ser espaciosa y ergonómica, con todos los mandos e información muy a mano Con nuevos diseños y desarrollo, todos los elementos forman un conjunto muy agradable a vista. La gran consola central está orientada hacia el conductor, empotrada en un salpicadero “blando” y agradable al tacto que se prolonga hasta las puertas.
Desde la consola controlamos como es habitual equipo de sonido, navegador, etc; y justo debajo de ella el control del climatizador, dejando también un espacio libre para teléfono, llaves o cualquier otra cosa llevemos en los bolsillos.
En la zona central tenemos la palanca de la caja de cambios y el “botón” que permite elegir el tipo de conducción que queremos usar: eco, confort, normal, sport e individual. Cada una de ella cambia ciertos parámetros del GTI que modifican su comportamiento a la hora de conducir.
En marcha
¿Qué podemos decir de un Golf GTI que supera los 200 caballos? Solo cosas buenas, sorprendente cuando le queremos buscar las cosquillas y efectivo cuando queremos buscar la máxima eficiencia. Así es el GTI, divertido cuando las curvas se suceden y jugamos en la zona alta del cuentarrevoluciones y cómodo y fácil de conducir cuando salimos de viaje por autopista o vamos a hacer la compra.
El motor 2.0 TFSI cumple a la perfección con su cometido y le podemos catalogar sin género de duda como un “deportivo ecológico”, ya que en carretera y a ritmos legales, hemos conseguido que la media total baje hasta poco más de 6 litros.
Destacar que el conjunto de chasis-frenos-suspensiones forman un equipo imbatible, sobre todo los frenos, que solo podemos decir que son impresionantes.
Conclusión
Objeto de deseo para los jóvenes y los viejovenes. A todos nos hubiera gustado tener un Golf y después de haberlo disfrutado durante una semana, nos quedamos con la impresión de que “nunca será tarde para tener un Golf GTI”.