En el mundo siempre ha habido sabios. Los mejores de ellos, han sido y son considerados, maestros. Era verdad cuando había, en general, deseos de aprender y de saber.
Desde hace algún tiempo, «cualquiera» se cree, sabio, más poderoso, más influyente y en posesión de la verdad. Pero una persona cabal, como Joaquín Araujo, advertía: «somos demasiados y demasiado ignorantes«. Además, como buen conocedor de la naturaleza, añadía: «la naturaleza nos da todo, incluso los medios para destruirla«. Y en eso estamos.
Hemos entrado, a nivel mundial, en una histórica Noche Oscura, diseñada por los Poderosos e ignorantes, para cambiarlo todo, para imponer el Nuevo Orden Mundial, reducir el personal y someter a la mayoría. Así que ellos, en la sombra, saben que se necesita cambiarlo todo, y para ello se necesita hacer ciudadanos no pensantes, dóciles, menos libres, y más manipulables.
Para ello, hay que dar pasos concretos: la implantación de un Poder Supranacional en base a un único sistema económico, un único gobierno, único sistema de creencias, y una Nueva Humanidad. Para llegar a eso, hay que cambiar al ser humano tal como lo conocíamos hasta ahora, sus valores y sus pilares, partiendo de organismos y estructuras existentes.
Tendrán que oscurecer y trastocar la vida humana y social, la familia y las creencias, con el relativismo, el laicismo, y la ideología de género. Esa «Noche Oscura» llega a la Humanidad, con la magnitud y la fuerza de un huracán devastador.
Y todo va a cambiar, pero no va a volver a ser como antes en casi nada. Hay que estar atentos.
La nueva situación, podrá servir de impulso, no para que todo vuelva a la etapa anterior, sino para ser y actuar cada uno de una manera nueva, humana, solidaria y sobre todo más consciente. No debe ser para unos pocos. Pero cada uno tiene su tiempo de evolución consciencial y espiritual. Cuando se acepta, la vida no genera miedo, sino armonía y paz. (Puede escuchar el video adjunto desde el minuto 1 al 11,23).
1) Del cambio del Humanismo, al Posthumanismo.
Partiendo de la premisa de que la transformación no es tanto de ideas, sino de vida, hay que saber desde el inicio, que el proceso es y será lento y desde el interior. Y que, la falta de libertad y el sometimiento pueden dar lugar al miedo, en algunos.
Lo que los sabios y maestros de todos los tiempos han enseñado, está ahí, está en los textos, y al alcance de todos por medio de las tecnologías y de Internet. En todas las latitudes y todas las religiones, de lo que nos hablan es de la esencia divina que todos poseemos y de la que podemos y debemos ser cada vez más conscientes. Cuanto más claro tengamos la esencia de lo que somos, menos temor y miedo habrá en el cambio o transformación, porque el recuerdo de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, es un proceso o un sendero que estamos llamados a recorrer. Y nadie podrá hacerlo en lugar nuestro.
Es verdad que se está produciendo el salto, del humanismo al transhumanismo o la implantación de «la cuarta revolución industrial», que intenta la implantación de la inteligencia artificial y el sistema de robots, que puede desestabilizar a algunos. Aunque no sea fácil, el término «formatear», es conocido y potente para expresarse. Hacer algo parecido con la anterior civilización y la cultura, en la forma que hasta aquí nos ha llegado, sobre todo a través de occidente y de la civilización cristiana y sus valores, será una aventura colosal del elemento humano.
«Los Amos» han diseñado todo desde la sombra y se están sirviendo de sus organismos político-administrativos. Algunos (como Soros) son conocidos, pero lo que se puede percibir son «los efectos»: la Nueva Humanidad. Vamos hacia una Nueva Humanidad, a una gran velocidad, pero sin miedo, como dicen Enrique Álvarez, y E. Carrillo en 2021, con el símil del rio Guadiana, que aunque en un momento se oculta, sigue y reaparece.
El proceso de la ingeniería social está en marcha. Algunos como Albert Cortina, llaman a «despertar al gran Reinicio». El Nuevo Orden Mundial necesita extender la ideología que lleve al transhumanismo para implantarse con éxito.
No debemos perdernos en la terminología del cambio y mejoramiento humano, del humanismo al posthumanismo. Se puede cambiar y mejorar la especie humana en sus condiciones naturales, en las que la conciencia, la ética, el poder político, la ideología e incluso la democracia, intervendrán para controlar los pasos del proceso evolutivo.
2) El proceso del parto ideológico nuevo, puede ser doloroso, pero no hace olvidar.
El virus Covid-19, la pandemia, la gestión nacional e internacional de la misma, el confinamiento, las poli-vacunas y sus diferentes «olas», y efectos, se han llevado por delante a más de 4 millones de personas. La propia OMS estima que las cifras, pueden ser dos o tres veces más debido al colapso en el sistema sanitario de muchos países.
Aunque aparentemente nada cambie, todo va a cambiar y está implantándose desde el pasado siglo, intentando minimizar el valor de la vida, sustituyendo derechos de unos por derechos de otras personas y en la mayoría de países. Hay «razones ajenas a la ciencia, porque la ciencia es muy clara... Las razones son más bien de carácter ideológico, cultural, una evolución de la forma de pensar por conveniencia social o económica, hay todo un negocio montado en torno a la eliminación de la vida humana«…»obedece a corrientes culturales individualistas, utilitaristas, económicas y materialistas, dominadas por una depreciación del concepto de la dignidad humana, especialmente en sus fases inicial y terminal«. (N.Jouve)
Luego, que el cambio sea positivo o negativo, también depende la actitud personal. Ahora ya los pasos están en laAgenda Global 2030 e incluso en la de 2050, de la que muchos han oído hablar, aunque pocos conocen. No es otra cosa que aprovechar la crisis para implantar una serie nueva de poderes trasnacionales que ya han comenzado, y desmoralizar y confundir (https://youtu.be/LAPWf2Gm1Ko).
Trastocar ideológicamente la realidad biológica (hombre-mujer) y los valores e ideas de familia y libertad, que en algunos casos convertirán en víctimas, sin respetar sus derechos, sin darles la posibilidad de defenderse; incluso se llega a no respetar el derecho de terceros ni a la objeción de conciencia, poniendo la labor legislativa al servicio de la agenda doctrinaria, erosionando el garantismo jurídico.El Foro Económico Mundial, está diseñado como va a ser el Nuevo Mundo y todo está entrelazado: economía, ciencia, salud, educación, etc.
Aunque en la práctica sabemos que hay gobiernos nacionales, en general, éstos también están presionados ideológicamente y no trabajan para el bien de sus conciudadanos sino para los intereses globalistas internacionales. Aunque el egoísmo y el interés personal hace pactar con quien pueda mantener en el poder, el tiempo que sea preciso.
Es cierto que el ejecutivo en junio, desató la euforia al comienzo de la semana del orgullo Y muchos ayuntamientos y medios afines sacaron la bandera de apoyo y fiesta, aunque había celebraciones que con tradición que se habían prohibido.
¡No todo vale ni todo da igual! La «disforia» presenta unas características, que merecen todo el respeto y comprensión y que requiere un tratamiento y una protección legal, por lo que la despatologización de la transexualidad, es loable. Pero, confundir deliberadamente transgénero con transexualidad y que cualquiera pueda decidir individualmente si es hombre o mujer con solo rellenar un formulario en el Registro Civil, es, como dijo El Mundo «otro desvarío jurídico» (29-6-2021).
Lo que ha ocurrido el día 10 de julio 2021 es según el nuevo Editorial: «Cambiar todo para que nada cambie». Es una nueva huida hacia adelante. «Más allá de la novedad de las caras, esta remodelación ha acabado por confirmar algo de extraordinaria gravedad: en Moncloa no hay un Gobierno de la Nación que trabaja por el interés general, sino dos Ejecutivos. Y, así, Podemos ha hecho morder el polvo al presidente, minando seriamente su autoridad, al impedirle que las sustituciones afectaran a los cinco ministros morados, sobre los que queda claro que Sánchez no tiene ningún control«.
Queda claro que más que naciones existen intereses de bloques ideológicos. Aquí, en España (o, en-este-país, como les gusta decir) hay o es un laboratorio donde se ensaya la ideología de confundir a la población, la desestabilización, la destrucción y demolición, para poder tener el control de todos e implantar el Nuevo Orden Mundial. Nada mejor para dominar a la población que enfrentarla entre sí. Hay un desprecio por el ser humano corriente, y para destruirlo hay que acabar con su ética, sus educación, y sus creencias, familia, educación libre, relaciones, reducir la población, los hijos y las creencias, sobre todo las más arraigadas y extendidas. Atacando éstas vías de escape y de control mental y espiritual de las personas, se puede cambiar y destruir la vieja civilización e implantar una nueva civilización.
Y el dinero de Europa no se repartirá a las comunidades de forma equitativa y trasparente, si no presentan una ideología favorable al Nuevo Orden Mundial, NOM, porque es el futuro.
Todo eso sucede en un plano. Pero la vida es algo más que un acontecer físico o material. Hay otros planos en la persona humana, capaces de transformar y transformarnos. El más profundo no es físico; está en nuestra esencia espiritual y es nuestra dimensión más transcendente. En el somos «uno» con el resto de personas y con todo lo existente. Uno mismo puede ser consciente y desde ese plano reconocerse en situaciones anteriores e incluso vidas pasadas. Se puede intuir lo que no tiene importancia o descubrir recuerdos, sentimientos o imágenes que son importantes y transcendentes. Porque, independiente de los Poderosos, y del Orden Mundial que quieren imponer, uno desde su intuición y su esencia, puede descubrir que hay un plan superior en marcha que nos concierne y es una oportunidad para aprender o para crecer.
Algunos a esos momentos le llaman inspiración, meditación o musa, como la llama mi amiga Soco. Dice que es «Descarada. Impuntual. Irreverente… Pero la quiero». Que cada uno le llame como quiera, lo importante es estar ahí con aptitud y actitud, para descubrir su importancia.
José Manuel Belmonte