Que ya hemos empezado la cuenta atrás hacia la electrificación de todos los vehículos es un hecho que nadie puede negar. Podremos estar más o menos de acuerdo, podremos pensar que son o que no son útiles. Pero la realidad es que las marcas cada vez tienen más “electrificados” en su gama, bien sea por la practicidad de algunos de ellos, bien sea por “mandamiento legal”
Podemos citar como ejemplo este Compass 4xe. ¿Es efectiva su electrificación? ¿Realmente vamos a consumir mucho menos con esta “hibridación”? Es una difícil cuestión que tiene diferentes respuestas dependiendo de quien responda. Pero hay una cosa que nadie puede negar: el Compass cumple con lo legislado para poder llevar la etiqueta “0”, que es tener una autonomía de más de 40 km en modo eléctrico. Y esa etiqueta hoy en día, supone mucho, sobre todo si te mueves en una ciudad como Madrid.
4xe es la nomenclatura que utiliza Jeep para sus modelos electrificados y este Compass recibió a principios de 2021 algunos cambios estéticos y esta comentada electrificación. Estéticamente no sufre grandes cambios que lo diferencien de la anterior generación, pero si lo hacen un coche más moderno y atractivo. Tal vez sea el toque de los italianos que lo fabrican, que le han imprimido las características necesarias para que ahora sea un SUV mucho más europeo y pensado para este mercado. Eso sí, la imagen de coche robusto, todo terreno y toques inconfundibles de Jeep siguen presentes en esta nueva generación de Compass.
Continuamos con su estética, de sobra conocida por todos, y con auténticos sellos de identidad que le hacen inconfundible. Si duda, el primero de ellos es la parrilla delantera con sus siete franjas verticales. Está acompañada por los grupos ópticos que combinan la tecnología LED con sus faros principales el Xenon. Para los faros traseros han elegido un diseño “dividido”, mitad en portón, mitad en aleta, acompañados por los logos de 4xe que identifican el sistema híbrido de motorización. Un signo diferenciador de sus hermanos de gama no híbridos es la toma de carga en la aleta trasera izquierda y, sobre todo, la codiciada pegatina Cero de la DGT.
En su vista lateral, sin duda, llaman la atención las llantas de 19´´ calzadas con unos neumáticos muy “asfalteros”, las robustas protecciones inferiores en los cuatro costados, las barras de techo y la carrocería bicolor.
Interiores
Siguiendo con la tendencia de los modelos Jeep, el Compass, aunque como hemos dicho, pensado y fabricado en Europa, sigue mostrando los mismos signos de robustez y sobriedad. Interiores americanos, con estándares de calidad y productos europeos.
Volante multifunción combinado con un cuadro de relojes que mezcla lo digital con lo analógico, con un diseño un tanto peculiar pero que su lectura de las más importantes informaciones se hace de una forma clara.
Preside el centro del salpicadero una pantalla digital que controla todo el sistema de infoentretenimiento. Toda la información necesaria para tener absoluto control sobre el Compass está disponible: estado de la propulsión y gestiones de carga, navegación, control de sonido, ApplePlay y AndroidAuto tanto por cable como inalámbrico, autonomías, aplicaciones y diversos ajustes del coche. Esta nueva generación de sistema Uconnect emplea un procesador cinco veces más potente que la generación anterior, por lo que la fluidez y rapidez están más que aseguradas.
Debajo de la pantalla tenemos toda la botonería que gestiona el climatizador automático bizona, volumen de sonido y diversos controles de ayudas a la conducción. Un poco lioso al principio, pero que, con varios días de uso, al menos lo que usamos más asiduamente se localiza sin problemas y con uso muy intuitivo y sencillo.
Esta nueva generación permite muchos sistemas conectados para mejorar la vida a bordo del conductor: si tienes una avería, tu mejor aliado es My Assistant, que te geolocaliza en caso de avería; My eCharge, que es capaz de gestionar las sesiones de carga tanto en casa como fuera de ella; My Car, que nos tiene perfectamente informados del estado y las condiciones del Compass; My Remote, muy útil ya que permite programar la carga, encontrar la ubicación, encender las luces, bloquear y desbloquear las puertas o programar la climatización; wifi para hasta 8 dispositivos y por último un aspecto muy importante: aviso en caso de robo de vehículo.
Como ya es habitual en los modelos del grupo, el paquete de ayudas a la conducción es muy amplio: asistente de velocidad inteligente, alerta de detección de sueño. Reconocimiento de señales de tráfico, frenada anticolisión de emergencia con reconocimiento de peatones y ciclistas, Hughwat Assist, que combina el control crucero con el sistema de centrado de carril, sistema de visión de 360º.
En cuanto al espacio para conductor y acompañantes, el Compass lo tiene bastante bien resulto. Las plazas delanteras son muy cómodas, con multitud de reglajes y con una buena posición de conducción. En cuanto a las plazas traseras, lo mejor es el espacio para las piernas, gracias a lo que las personas altas también pueden tener asegurada la comodidad. Ya sabemos que son tres los adultos que viajan, la plaza central es la más perjudicada, aunque no tanto como en otros SUV ya que no tenemos el túnel central de transmisión.
La capacidad del maletero es de 420 litros, llegando a los 1.230 litros con los asientos reclinado y con cómodo acceso a la carga. Una cifra nada despreciable para un híbrido ya que las baterías suelen restar bastante espacio. La apertura y cierre del portón es eléctrica y viene equipado con rueda de repuesto.
Motorización-Hibridación
Como he comentado en las primeras líneas, el Compass es uno de los modelos electrificados enchufables de Jeep. Este tipo de electrificación recibe varios nombres, pero lo más importante es que consigue la etiqueta CERO gracias a la autonomía que ofrece. Su motor eléctrico es de 60 CV y 250 Nm con una batería de iones de litio con una capacidad de 11,4 kw/hora. Este motor empuja únicamente al tren trasero y funciona de modo totalmente eléctrico o híbrido. Antes de agotarse totalmente, después de unos 50 km aproximadamente, siempre guarda un mínimo de autonomía para ayuda en las arrancadas y pequeñas maniobras. La forma de carga es por medio de enchufe a una potencia máxima de 7,4 kW en unas 2,5 horas, por medio de uno doméstico de 2,3 kW demorándose hasta las 5 horas o por autorrecarga por medio del motor de explosión.
En cuanto al motor de explosión, encargado de mover el tren delantero, es un 1.3 litros de tres cilindros que rinde una potencia máxima de 180 caballos, por lo que la potencia real del Compass alcanza los 240 CV. La aceleración de 0 a 100 km/hora es de 7,5 segundos mientras que las velocidades máximas anunciadas son de 130 km/hora y 200 km/hora en modo eléctrico e híbrido respectivamente.
Los consumos en este tipo de coches varían en gran medida si tenemos la batería al 100% o el tipo de recorrido que hagamos. En nuestra prueba, en los primeros 100 km de carretera usando la toda la autonomía eléctrica y manteniendo velocidades legales, conseguíamos mantener el consumo por debajo de los 6 litros. Funcionando solo con motor térmico, suben a 6,5-7 dependiendo del tipo de recorrido que hagamos.
El Compass tiene tres posibilidades de funcionamiento: Hybrid, E-Save y Electric. En primer lugar, nada más arrancar el Compass, se activa el modo Hybrid, priorizando el uso eléctrico en primer lugar. En Hybrid, el coche gestiona de forma automática todas las necesidades y la gasolina entra en funcionamiento cuando la batería se agota o exigimos al coche circular a altas velocidades.
Con la posición e-save mantenemos la carga de la batería y con el modo Electric, el Compass funciona exclusivamente en modo eléctrico con 0 emisiones.
La carga aproximada del Compass se situa en poco más de 3 horas con lo que podremos hacer entre 50-70 km, dependiendo de las condiciones del tráfico y de como seamos capaces de usar el freno, ya que este sirve de autocarga. El deposito de gasolina, algo escaso como en todos los eléctricos, permite en carretera, una autonomía de alrededor de 400 km.
Espíritu 4X4
No se le puede negar el espíritu aventurero. Cuando vas por una carretera y aparece un camino a la vista, el Compass no deja de mirarlo de reojo. Evidentemente, la mayor parte de los recorridos que haremos con esta versión serán por asfalto, pero tampoco le hace ascos al “barro”. Si nuestros recorridos fueran mayoritariamente TT, deberíamos inclinarnos por la versión TralHawk.
Nuestro 4xe, como en todos los Compass monta el efectivo sistema All Terrain que en este caso suma una posición más que en otros coches de la marca: Auto, Sand y Mud/Snow y en el caso de 4xe la posición Sport, que mejora considerablemente las cualidades del Jeep.
Otro botón que encontramos es la función “4WD Loock”. Es un complemento que por nombre engaña un poco ya el 4xe no lleva diferencial central (en otros modelos actúa sobre este bloqueándolo). En este caso lo que hace es mantener siempre arrancado el motor de gasolina asegurando la tracción delantera para que se sume a la trasera proporcionada por el motor eléctrico.
El control de descensos es un sistema habitual en este tipo de coches y facilita las bajadas complicadas limitando la velocidad. Y por ultimo, el 4WD LOW, que lo que hace es mantener siempre engranada la primera velocidad.
Estos sistemas unidos a los 20 cm de altura libre al suelo, permiten al Compass ciertas alegrías en la conducción Off-Road, sin olvidar que estamos ante un SUV, no ante un TT.
Conclusión
Pues deberíamos tenerla muy clara. Depende de nuestras necesidades. Si vivimos en una ciudad donde a la etiqueta 0 le vamos a sacar partido en forma de parkings, accesos o peajes más baratos, el Compass 4xe puede ser un buen aliado, eso, teniendo posibilidades de carga. En cuanto a las demás cuestiones, el Compass es un gran SUV, con excelentes calidades de acabado, cómodo y fácil de conducir y con el que nos podemos plantear algún que otro paseo cuando el asfalto se acaba.