Hace dos años Kingsman. The Secret Service me sorprendió gratamente, transgresora y rompedora.
Esta secuela hay que plantearla como un cómic, pero no aporta nada nuevo.
Incluso se vuelve más conservadora, intenta repetir la fórmula, pero dejando atrás el aspecto más gamberro.
Se ha vuelto un producto bien elaborado, divertido, muy apto para el consumo adolescente, pero falto de vitalidad y de nueva energía.
Las escenas de peleas están muy bien rodadas, algunas un poco mareantes.
La del principio, con esa persecución por las calles de Londres, me produjo ciertas náuseas, era como montarse en el Dragón Kan.
El aspecto de parodia de las pelis 007 queda muy secundario, porque hay que reconocer que esta saga ha cogido personalidad propia.
Me encantan los gadgets retro que utilizan estos agentes al servicio de su majestad.
Me lo pasé bien, pero esperaba divertirme más.
Soberbios Julianne Moore de mala y Elton John parodiándose a sí mismo, todo un puntazo.
Mi puntuación: 6,43/10.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
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