Habíamos ido al vivero, según comenté, a traer algo de la primavera a nuestra casa. Sin pretender destacar para nada el hecho, bastante habitual al inicio de la primavera; deseo más bien compartir solamente que, la Naturaleza nos necesita. «Hace 12.000 años, cerca del 70% de la superficie terrestre del planeta estaba cubierta por bosques y árboles«, ha escrito Joaquín Araujo (El Mundo, 26-3-2021). El naturista, ha publicado: Bosques imprescindibles de España.
En un mundo al que la pandemia ha dado un aparente respiro climático, por la reducción de emisiones, tal vez sea bueno compartir algunas actitudes, tanto negativas como positivas. Entre las primeras, el desconcierto provocado en los ciudadanos por algunas o muchas de las decisiones políticas «entre disparates y ocurrencias», El Mundo (25-3-2021). Algunos dicen que más que fomentar el turismo es un agravio comparativo, cercano al descontrol.
Entre las positivas, voy a mostrar dos relevantes. Una individual, y otra empresarial. Las dos, en mi opinión, ayudan y mucho, a la Naturaleza. Ambas actitudes demuestran que, si se quiere, se puede hacer mucho más que quedarse en casa, escuchar lo que nos quieran vender quien manda y los medios a su servicio.
Nuestra disposición para ser tenida en cuenta no puede ser «pasiva». Tiene que ser activa, ser una «actitud», es decir, una «manera de estar dispuesto a comportarse u obrar«. Y para ello confiar que es posible, que se puede. Hacer y aprender, al mismo tiempo.
Puede haber aspectos que amenazan la estabilidad climática que hemos disfrutado desde hace 12.000 años, como el deshielo del Ártico, o la corriente del Golfo (Jetstream). El deshielo producirá un aumento de la temperatura. ¡Se está produciendo! Tendrá consecuencias graves.
Pero no podemos cruzarnos de brazos. Para Confucio existen tres caminos para alcanzar la sabiduría: la imitación, el más sencillo; la vía de la reflexión, el más noble; y mediante la experiencia, el más amargo, aunque algunos lo consideran el más práctico.
Los caminos no se imponen. La vida inspira a cada uno y, escogerá el camino que quiera. Si uno se lo propone y es constante, dando pasos en la Naturaleza, puede llegar a donde se proponga, porque como dice el naturista Joaquín Araujo: «La naturaleza es tan generosa que nos da todo, incluso los medios para destruirla«. No voy a hablar de Araujo, ¡es de sobra conocido: por su vida, sus libros, su entrevistas y colaboraciones en los diversos medios!
1) (R)Forest Project.
Fernando Ojeda, es el Fundador e impulsor del Proyecto R)Forest Project, que se abría paso hace 2 años. Ha creado esa ONG sin ánimo de lucro, con el objetivo de «repoblar de árboles el mundo y crear conciencia para cuidar el planeta y promover un mundo mejor«.
Ojeda fue empresario en Madrid, pero descubrió que se puede ser feliz plantando árboles. Comenzó aquí, en España, y ahora, su proyecto prosigue en varios países, con un gran equipo detrás, y miles de árboles plantados. Curiosamente fue una Agencia de modelos, quien se fijó en él, y lo sacó del anonimato. Gracias a ello, encontró en las redes, una ventana de comunicación, como influencer. Ha destacado en los canales digitalescon muchos seguidores.
Ese «poder de influencia», tiene sus pros y sus contras. Lo sabe. Se puede utilizar como una herramienta para transmitir valores y apoyar buenas causas, asegura. «El momento comunicativo que vivimos puede ser peligroso y nocivo pero puede ser también muy positivo. Yo he decidido utilizar esta herramienta tan de actualidad para un fin positivo, luchar contra el cambio climático. Es un aliado muy potente para mi fin, para concienciar a las personas». «Agradezco mucho que la gente me siga y tenga una repercusión. Intento dar un mensaje y transmitir un tipo de valores y de principios«.
«Se trata de hacer algo positivo, una labor desinteresada, simplemente por dejar un mundo mejor y ser un buen ser humano. Cuando a mi hija le preguntan en el colegio a qué se dedica su padre y ella dice: mi papá planta árboles. ¡Eso es exactamente lo que quería que pasara!» Su trabajo desinteresado le ha aportado una gran satisfacción.
El proyecto, cuenta con un amplio equipo de especialistas, y personas expertas en los distintos planes forestales, con delegaciones en México, Estados Unidos, Países Bajos, Portugal, Perú, Alemania y, proyectos en otros varios.
Su objetivo para el año 2021, es llegar a plantar 20.000 árboles, capaces de absorber 100.000 toneladas de CO2.
Un proyecto tan ambicioso, tiene que contar con viveros importantes en las regiones cercanas de los países donde se pretende reforestar. En España, en general tenemos buenos viveros. Voy a destacar a continuación uno que se inició en el municipio de Subirats, de Barcelona, en 1986, para Gestión de empresas de viveros.
2) Agromillora
Me refiero a Agromillora. Hoy es ya unamultinacional catalana con sede en Sant Sadurní d’Anoia.
La familia Sumarroca, fue antaño una de las más pudientes de Cataluña. Al frente de Agromillora, se encuentran Carlos Sumarroca Coixet y su hijo Carlos Sumarroca Clavero. Con altibajos y vicisitudes políticas y judiciales, del entramado de los Sumarroca dependen hoy una quincena de sociedades. Descubrir cómo ha llegado hasta aquí es muy interesante.
Por supuesto, ha sufrido una reestructuración del máximo órgano directivo de la compañía sobre todo tras el cambio de manos del paquete accionarial de control. El capital está controlado en un 51% por el fondo árabe Investcorp. La familia Sumarroca mantiene el 30% y la gestión del negocio.
En 2016, al cumplir 30 años, ya se había expandido por los 5 Continentes. Para celebrarlo hicieron un recorrido por la historia de Agromillora, para así dar a conocer el pasado, que les permitía disfrutar del presente y planear los próximos. Según su Presidente: «¡Lo mejor está por llegar!»
En síntesis, cuenta con 628.000 m2 de invernaderos y puede decirse que la familia Sumarroca lidera el sector mundial de la multiplicación vegetal «in vitro». Sí, una iniciativa especial y diferente de un vivero convencional. Reproducen frutales y olivos a partir de células madre. (https://youtu.be/7cW2T-qAMow). Es líder mundial en la producción in vitro de árboles frutales y otras especies leñosas, y dispone de 9 laboratorios en todo el mundo. Agromillora, según sus palabras: «dispone del laboratorio in vitro más grande de Europa, dotado con la tecnología más avanzada del sector, para ofrecer al agricultor un producto avanzado que le permita tecnificar la gestión de sus plantaciones y maximizar la rentabilidad de sus cultivos».
Es la única gran multinacional de su sector presente en los cinco continentes, con 12 instalaciones productivas, en Estados Unidos (3), Australia, Marruecos, Túnez, Chile, Brasil, España (2), Turquía y Jordania.
Dispone de una decena de filiales en 25 países, y para ello cuentan con casi una decena de laboratorios y más de 2.000 trabajadores directos. Plantan más de 80 millones de árboles frutales al año. Facturan más de 90 millones de euros, el 60% en el exterior. Por lo tanto, no se trata de plantar simplemente árboles o venderlos para plantar. Se trata de árboles especialmente productivos de cosechas rentables para alimentación humana.
Puede decirse que el grupo AGROMILLORA es ya un referente mundial en el sector viverístico, tanto por la variedad, como por la tecnología y la eficiencia. (UC8bd2Hc6OAzBeU0eqjwqLWw).
El negocio emplea tanto a hombres y mujeres, que se sienten realizados, integrados y productivos, en cualquier parte del mundo. No hay discriminación alguna, ni por sexos ni por culturas. Las mujeres que trabajan en las plantaciones, opinan así.
No es extraño, que la empresa, en muchos aspectos esté bien considerada e implante el Sistema SES (SuperEficiente y Sostenible) en las distintas variedades de producción donde se asienta. Con mecanización casi total, calidad genética, podas y cosechas casi mecanizadas, productividad eficientes, rentabilidad segura y saludable para el personal.
Una muestra de ello puede verse en los viveros de Agrimillora en Chile en 2020.
Estos apuntes, son simplemente dos pequeños baños de realidad; uno individual y otro colectivo-empresarial, sobre lo que se puede hacer, por la Naturaleza, por la mejora del clima y, por los humanos.
Los viveros, tienen mucha vida y algunos gestores, muchas ideas. Enseñan que más que la tierra en que son sembramos es más importante pensar en las semillas que plantamos.
José Manuel Belmonte