En el contexto de un convulso siglo XIX, tras la caótica etapa del Trienio Liberal -sobre todo en su última fase, con un gobierno radicalizado en manos del bando “exaltado”-, con la vuelta al poder de Fernando VII se desató una ola de terribles persecuciones de sus adversarios políticos que no terminaría hasta el final de su reinado. Fue la llamada “Ominosa Década” en la que las sucesivas intentonas de derrocar el régimen terminaron con muchos de los conspiradores en prisión o en el cadalso, y con los cabecillas, Riego, Torrijos entre otros, convertidos en mártires de la libertad, bendecidos por una historiografía no siempre muy sobrada de campeones de la ejemplaridad.
Y este es el caso, también, de Mariana Pineda, la heroína de la obra que nos ocupa, encarcelada por su estrecha relación con los conspiradores exiliados en Gibraltar, condenada a muerte y ejecutada en Granada en mayo de 1831, La prueba de cargo, al parecer fue haberla encontrado responsable de bordar una bandera para los liberales. Encerrada en un convento durante un tiempo, y al no ceder a las presiones del juez especial Ramón Pedrosa para que denunciara a los conjurados fue finalmente ajusticiada convirtiéndose en símbolo de la lucha contra el absolutismo.
Elevada a la categoría de leyenda, a lo largo de los años Mariana Pineda ha venido a ser fuente de inspiración para muchos artistas y literatos. En el caso del teatro, tras la conocida obra homónima de García Lorca y de Las arrecogías del beaterio de santa María Egipciaca (convento/prisión donde estuvo detenida Mariana), de José Martín Recuerda, José Ramón Fernández también ha echado su cuarto a espadas con esta pieza de 1991 que anoche, tras un largo periplo por diversos teatros de media España, pudimos ver en el Corral de Comedias de Alcalá, en una meritoria puesta en escena de David Ojeda, un veterano director comprometido desde hace años con la difícil tarea de hacer un teatro inclusivo.
En esta ocasión la obra se centra en los últimos días de Mariana Pineda en la cárcel antes de su ajusticiamiento. Es un largo monólogo en el que, el análisis y la toma de conciencia de su situación actual se solapa con los recuerdos de su vida en libertad: la felicidad y los paisajes idílicos de su infancia, su pasión amorosa, sus hijos o su compromiso con la causa de la libertad. A momentos de exaltación y de firmeza en sus convicciones, suceden momentos de miedo, de angustia y de abatimiento. El sosiego y la serenidad dan paso a la rabia, al despecho y la desesperación. Y el aislamiento y la soledad entre las cuatro paredes de la celda van haciendo mella progresivamente en su espíritu, torturado por la presión que sus carceleros ejercen para que denuncie a sus correligionarios y por las dudas y la incertidumbre que estos mismos carceleros siembran sobre las personas que ama y protege. Pese a todo, poco a poco se va abriendo paso la conciencia cada vez más clara de su dignidad y de su desprecio por una vida sin libertad y la decisión irrevocable de llevar hasta sus últimas consecuencias su silencio y su lealtad, lo que fatalmente le acarreará la muerte.
Se trata de un texto duro, intenso, cargado de sentimientos y emociones encontradas, todo un reto para la actriz que encarna el personaje de Mariana, Lucía Álvarez que, cabe anticiparse a decir, no tuvo el viernes su mejor tarde. El movimiento escénico errático y una gestualidad y unas inflexiones tonales claramente fuera del control efectivo y de la contención necesaria para modular su cambiante estado de ánimo malbaratan el dramatismo que emana del texto y de la presencia silente, amenazadora de Pedrosa (el actor invidente Marcos Pereira), al tiempo que desdibujan la atmosfera de ensoñación y el vuelo poético que instituye la guitarra de Carlos Ramos, compositor e intérprete, en directo, de una espléndida “banda sonora” a base de diversos palos del folclore andaluz ,soleas, bulerías, nanas y hasta una evocadora y sugerente versión de la taranta de Riego.
Gordon Craig. 3-XII -2022.
Ficha técnico artística:
Autor: José Ramón Fernández.
Con: Lucía Álvarez y Marcos Pereira.
Música original e interpretación: Carlos Ramos.
Dirección: David Ojeda.
Alcalá de Henares, Corral de Comedias. 2 y 3 de diciembre.