Para jugar al quién es quién.
Salgo confundido de la sala de cine.
Por un lado una animación hiperrealista abrumadora, con movimientos de cámara muy virtuosos que te mete dentro de una trama que tiene mucho de aventuras juveniles y también de épica.
Pero por otro tengo una molesta sensación de tedio, de haber visto un producto bien estudiado, bien confeccionado, pero carente de alma.
A este incómodo sentimiento contribuye mucho la inexpresividad de los animales y la falta de identificación entre ellos. Los ligeros matices, en muchas ocasiones, no son suficientes para que pueda distinguirlos.
Los leoncillos no mueven la boca y siempre tengo la sensación que hay un doblador que está poniendo las vocecillas, por otra parte es lo cierto, pero el cine te tiene que convencer que el artificio y el engaño sean reales, si te das cuenta de ello es que la han cagado.
Las canciones de Lin-Manuel Miranda están muy bien y son un oasis dentro del desierto de aburrimiento plomizo que circula a lo largo del metraje.
Esta precuela, si hubiera sido confeccionada con dibujos animados tradicionales que permitieran dar características muy propias a cada personaje en lo físico y en las locuciones, muy posiblemente me hubiera encantado, pero esta moda de animación hiperrealista, que nunca me llega a convencer, es un fiasco.
Esperemos que los ejecutivos de la Disney se vayan dando cuenta.
Nadie se explica, aún, cómo Barry Jenkins ganó un Oscar con Moonlight en 2027, una película que nadie vio y nadie recuerda. Uno de los mayores errores de la Academia de Hollywood, el año de esa maravilla que es La La Land.
Desde entonces este director ha realizado alguna miniserie que nadie vio, un mediometraje documental y la mediocre película El blues de Beale Street. Ahora con Mufasa tampoco pasará a la historia.
Desde luego llegó a la cúspide del cine y ahora solo sabe descender. ¡Ánimo chaval!
Debe quedar claro que Mufasa es una película que no recomiendo a las familias, sus hijos se van a aburrir como ostras, pedirán salir a hacer pis 20 veces , o incluso escapar del cine.
Los mayores que deseen ver un producto Disney clásico se verán decepcionados.
A los espectadores del día del abuelo no los veo yendo a ver Mufasa.
¿Entonces, quién queda?
Sencillamente nadie.
Auguro un de los más estrepitosos fracasos en taquilla de la historia del cine.
Mi puntuación: 4,40/10.
Ficha técnica en este enlace.
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Muchos besos y muchas gracias.
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Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara, Alcarria TV, Nueva Alcarria y GuadaTV Media