lunes , 1 julio 2024

‘Por la gracia’, de Ignacio López e Ignacio Soriano: “Lo mejor para pasar la tarde”.

El Corral cambia totalmente de registro esta tarde para ofrecernos una forma original de mirar a los Clásicos, o por mejor decir, al Siglo de Oro, esa época prodigiosa y tan fecunda para las letras españolas a la que quiere rendir tributo este festival alcalaíno. Época, por cierto sobre cuyos usos y costumbres aún gravitan un montón de tópicos sobre los que este espectáculo pasa como de puntillas aunque sin caer -y ese sería uno de sus méritos- en la absurda pretensión de interpretar esos usos y costumbres con los patrones de conducta del españolito contemporáneo.

O de la españolita, más bien, pues la protagonista de la historia es Gracia, una mujer, como tantas otras del setecientos que tuvieron que superar obstáculos y dificultades sin cuento para expresar y desarrollar sus inquietudes y aspiraciones cuando estas no coincidían con las del rol tradicionalmente asignado a la mujer. Gracia se entera por su prometido Don Alonso, que acaba de volver de la guerra, de la muerte de su hermano a manos del Marqués. Aficionada a las artes marciales, no se resigna a delegar la venganza en su prometido. Tras pasar por una dura etapa de perfeccionamiento en un convento de Carmelitas Descalzas emprende ella misma en compañía de Don Alonso un largo y rocambolesco periplo para buscar y dar muerte al Marqués, para encontrarse que …¡ya estaba muerto!

En cada encrucijada del desarrollo de esa pintoresca trama el duque de Alcalá, que también ejerce como maestro de ceremonias, pide la colaboración de los espectadores, de modo que sus palabras talismán o sus preferencias sobre los más diversos aspectos de su vida personal (música, deseos íntimos, afinidades políticas, …) pueda incorporarse como parte del guión en los sucesivos episodios representados. Y es que, en efecto, estamos ante un espectáculo cuyo núcleo duro es, por así decirlo, la improvisación.

Quizá los diálogos y la trama misma carecen de la sutileza, de la brillantez y de la perfección de los que salieron de plumas más egregias con las que comparten escenarios estos chicos de Impromadrid (léase Lope, Calderón, Rojas Zorrilla y tantos otros) pero no carecen de gracejo y vivacidad y, sobre todo son exponente de unos buenos reflejos y de una notable capacidad de fabulación del elenco para responder en cuestión de segundos a los caprichos y las ocurrencias del público, que las más de las veces, cuando es requerido para que haga esas sugerencias y comentarios sale literalmente por los cerros de Úbeda.

Ignacio López sortea con pericia los baches en los que tropieza, a ratos, el desarrollo de una trama tan débil e imprime un ritmo ágil, trepidante casi al espectáculo ayudado por una escenografía, vestuario y ambientación pintiparados para la naturaleza del montaje; pero sobre todo, apoyado en el entusiasta trabajo de los actores que tras el breve lapso de los primeros minutos del comienzo en los que queda planteado el juego se meten literalmente a los espectadores en el bolsillo. Ponen sus recursos de la expresividad corporal y gestual, que son muchos al servicio de un humor de situación, basado en el equívoco y la ambigüedad calculada, reinterpretando siempre por su lado cómico las aportaciones del público, sobre todo las más celebradas que son siempre las de contenido erótico, político o escatológico.

No quisiera hacer distingos porque el conjunto del elenco hace un trabajo excelente, pero es innegable la forma física de Paloma Lombao (su codo izquierdo vale por la izquierda del mismísimo Vinicius Jr.) y lo mismo cabe decir de la incuestionable vis cómica de Paloma Córdoba, aunque creo que le cogió un poco por sorpresa el personaje de Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Está claro que como blanco de las invectivas de los cómicos los políticos de la derecha no tienen rival.

Un espectáculo chispeante, fresco, desenfadado, un punto irreverente y salaz; un divertimento, en fin, nada pretencioso y que hace bueno el aserto de Mihura -¡tan olvidado!- acerca del humorismo en una de sus últimas entrevistas: “Es lo más limpio de intenciones, el juego más inofensivo, lo mejor para pasar la tarde”.

Gordon Craig. 21-VI-2024.

Ficha técnico artística:

Autores: Ignacio López e Ignacio Soriano.

Impromadrid Teatro.

Con: Paloma Córdoba, Elena Lombao, Ignacio López, Ignacio Soriano y Luis de Pablo.

Iluminación: Ángel Hidalgo.

Música: Luis de Pablo

Vestuario: Tatiana de Sarabia.

Dirección: Ignacio López.

XXIII edición de “Clásicos en Alcalá”. Festival Iberoamericano del Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid.

Alcalá de Henares. Corral de Comedias. 21 de junio de 2024.

Acerca de Gordon Craig

Ver también

‘Vidas perfectas’, 2024, de Benoît Delhomme: «Tras ver la actuación sublime de Anne Hathaway y Jessica Chastain en esta película, ya puedo morir en paz»

Las vecinitas. Impresionante esta película dirigida por el francés Benoît Delhomme, con amplia experiencia como director …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.