Para vosotros, amigos del mundo.
Voy a poner un mercado
entre tantos mercaderes
para vender esperanzas
y comprar amaneceres…
¿Quién quiere vender conmigo
la paz de un niño durmiendo,
la tarde sobre mi madre
y el tiempo en que estoy queriendo?
Tú eres el que ha pasado,
el que ha llegado,
y el que vendrá.