Resulta paradójico que un combustible que lleva más años en el mercado que la electrificación del automóvil, sea un perfecto desconocido para muchos. Un porcentaje muy bajo de los usuarios de coche saben que existe este tipo de combustible.
Muchos de ellos tienen una respuesta común:… si el gas… algo he oído hablar por ahí….Pero en realidad no lo tienen claro. Confunden el GNC con el GLP y la mayoría ni siquiera imaginan la facilidad de repostaje y la cantidad de gasolineras que a día de hoy lo ofrecen. En esta ocasión vamos a hablar del GLP y lo hemos probado en el Ssangyong Korando.
Pero, ¿qué es el GLP? El gas licuado del petróleo tiene como característica principal que es un gas en su estado natural, pero que se convierte a líquido dependiendo de las bajas temperaturas y bajas presiones. Esto le permita una facilidad de manipulación muy alta en las refinerías, en su transporte, en su almacenamiento y sobre todo, de cara al usuario final.
Otra de las preguntas habituales es que ¿de dónde sale? Este especial tipo de gas se puede obtener por medio de dos formas:
1.- Un 60% del gas que se obtiene se consigue por medio de la separación de las fracciones de butano y propano en los yacimientos de gas natural por medio de un procedimiento que se conoce como Upstream.
2.- El resto, tiene como origen la propia destilación del petróleo crudo en las refinerías, que tiene por nombre Downstream.
Haciendo un poco de historia, debemos recordar que los inicios del GLP provienen de principios del siglo, concretamente en 1911, cuando el químico Walter Snelling, demostró que la evaporación que se producía en la gasolina natural sin refinar era debido al propano y butano que se hallaba en la misma.
Con esos datos desarrollo un método sencillo con el que conseguía separar estos gases de la gasolina para más tarde licuarlos a una presión razonable, con lo que estos elementos se vaporizaban fácilmente al bajar la presión. Esto marcó el inicio de un nuevo combustible, que se denominó Gas Licuado del Petróleo (GLP), el cual era capaz de transportarse como un líquido. Así, en 1934 se vendió el primer cilindro de GLP.
¿Merece la pena el GLP?
Sí. Indudablemente si. Por muchas razones. La operación de carga es casi tan sencilla como cualquier carburante. El vehículo siempre arranca en gasolina y después pasa automáticamente a GLP cuando alcanza una determinada temperatura (aprox. 1 minuto). A partir de ese momento se puede seleccionar el tipo de combustible que queramos usar, operación que se puede hacer tanto con el vehículo parado como circulando. En el caso de que uno de los dos combustibles se agote, el motor pasa al restante previo aviso.
Hasta aquí simplemente cambia la forma de uso. Pero donde más notamos la diferencia es el precio. Actualmente es un 60% del precio del diésel o la gasolina con un incremento escaso del 5% en la cantidad de consumo. Resulta rentable casi desde los primeros 10.000 km.
Korando GLP
El SsangYong Korando ofrece dos posibilidades de combustible en su versión GLP. Por un lado, un deposito convencional de gasolina que alcanza los 50 litros y, por otro, el depósito de GLP con 57. Este último está colocado debajo del maletero, por lo que pierde la rueda de repuesto (ofrece un kit antipinchazos) y algo de capacidad del mismo. Aun así, su capacidad es de más de 400 litros con la cortinilla estirada.
Hay que destacar que el depósito de gasolina del Korando es de verdad, con 50 litros como hemos comentado, ya que otros modelos de otras marcas se conforman con un deposito mucho más pequeño que en algunos casos no llega a los 100 kilómetros de autonomía. La teoría nos dice que el Korando, gracias a sus dos depósitos, supera los 1.000 km de autonomía.
Como buen SUV, el Korando donde se siente más cómodo es circulando fuera de la ciudad. El grado de confort en todas sus plazas es muy alto y permite largos viajes sin acusar excesivo cansancio.
Lo acabados son sencillos pero muy completos, siempre buscando un equilibrio entre calidad y precio. Pero no debemos pensar que es un coche con “acabados pobres”, todo lo contrario, no desmerece en absoluto y se nota un gran esfuerzo a la hora de ajustar todo, ya que hay una total ausencia de ruidos o crujidos durante su conducción.
Preside la consola central una pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas con la que tenemos total compatibilidad con Android Auto o Apple CarPlay, además de varios botones físicos para controlar las principales funciones del Korando.
Si dejamos de lado el asfalto, la suave suspensión es capaz de filtrar las irregularidades de los caminos, además de contar con la ayuda eventual del control de descensos. No debemos olvidar que es un SUV y que los neumáticos de serie está poco pensados para el TT y tampoco tenemos una excesiva altura libre al suelo.
Conclusión
¿Es una alternativa a considerar el GLP frente a otro tipo de “energía”? Sí. Sin ninguna duda. Tal y como están los precios de los combustibles convencionales, el GLP, además de ofrecer mejor precio, facilidad a la hora de repostar y sin diferencias a la hora de prestaciones. Una alternativa diferente: el Korando GLP.