jueves , 21 noviembre 2024

Turismo en Guadalajara… Sí, pero no así

Texto y fotografía de José Manuel Belmonte

Si nuestra provincia, con toda su riqueza y variedad, es casi desconocida, nuestra ciudad también lo es. ¿Por qué?

«La Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir», escribió Cela, el Nobel de Literatura, que hizo por esta tierra varios viajes y se quedó a vivir, enamorado de su sobria belleza y de su historia.

Aquí se han hecho últimamente muchas cosas para promocionar la provincia y la ciudad. A juzgar por los resultados estamos aún lejos de alcanzar una cota aceptable. Luego, el esfuerzo no ha sido suficiente, ni ha sido de todos.

Ahora que España comienza a salir del largo túnel de la crisis, parece un buen momento para dar a conocer «este hermoso país», antes de que llegue la ola de sabotajes a instalaciones turísticas, al patrimonio cultural o ecológico, o contra las personas y sus bienes, que se está extendiendo como una mancha.

El turismo es un potente motor económico de España y en cualquier ciudad. Los puestos de trabajo que se generan por el turismo, superan en total los dos millones. Sin embargo se ha convertido en el estandarte de la protesta de los más radicales.

En Barcelona, Baleares y el País Vasco, se han multiplicado los ataques y sabotajes a instalaciones hoteleras, pensiones, autobuses turísticos, barcos etc. Numerosas pintadas amenazantes, han sembrado la inquietud de hosteleros, empleados, turistas y ciudadanos, que disfrutan de unos días de merecido descanso.

Lo más asombroso, es que esos radicales forman parte de ramas y siglas de los partidos gobernantes en esos lugares. No se han atrevido a condenar. Habrá que mejorar en muchas cosas, pero poner en la diana a turistas, centros turísticos, puestos de trabajo, no es libertad de expresión. No es gamberrismo urbano, sino el viejo anarquismo desestabilizador, de «cuanto peor, mejor». Tampoco es turismo fobia porque ¡son antisistema!

¿Se puede aprender algo desde el centro de «este hermoso país»? Creo que hay mucho por hacer. Dejando a los turistas, hay una inmensa tarea para los residentes y las autoridades locales y provinciales.

Para hacer más atractivo lo que tenemos, tanto a propios como a quienes puedan llegar, es preciso descubrir, valorar, denunciar, proteger, educar, premiar y también hacer cumplir la ley y las ordenanzas.

Puesto que la historia, el arte, la belleza paisajística, la gastronomía y aromas de esta tierra tiene personas, que de oficio o por profesión directa o indirecta, están poniendo de relieve esas facetas, tal vez sea interesante poner de manifiesto los contrastes, lo claroscuros, o… lo que todos ven y nadie se atreve a decir.

También es una forma de defender lo nuestro, señalar lo que se puede mejorar y afecta a la imagen y al patrimonio personal y cultural. ¿O no?

Paseando por calles, plazas y jardines de la ciudad, cámara en mano, puede descubrirse esa imagen que dice más, denuncia más, que lo que un escrito pueda resumir. Por supuesto, las fotos son originales y no manipuladas. Posiblemente no en todos los barrios pasa lo mismo, o no abunda tanto la falta de respeto o el incivismo. Demuestran que es ahí donde la ciudad está más desprotegida, donde se necesita más vigilancia o video vigilancia.

No es de extrañar que la amenaza de los bienes públicos y privados, puede llegar a ser también un peligro para la integridad y el respeto a las personas físicas. Lo cual puede producir psicosis y alarma. De hecho, eso ya ha saltado a los medios de comunicación hace unos meses. Basta repasar la hemeroteca.

Las fotos ponen de manifiesto que cualquier pared, muro, fachada, o escaparate, banco de paseo, o señal indicadora de un lugar…son ensuciados. Incluso se repiten firmas. No importa que el comercio este cerrado o en activo. Se ensucian colegios, inmuebles, paneles de autovía o puerta de entrada a viviendas donde hay niños.

Dueños, de esos establecimientos, están tan aburridos, de limpiar una y mil veces las fachadas de mármol o ladrillo, lunas o persianas de su negocio, que ya se limitan a lo mínimo.

– ¡Al no haber cámaras, lo quitas hoy y mañana están lo mismo!, dice el dueño de un restaurante. Y se abre la polémica, en la misma barra…

-Alguien a su lado añade: «las aceras, entre las palomas, las cacas de los perros y las baldosas que faltan, se han convertido en una carrera de obstáculos. Eso no es cosa de los vecinos, sino del ayuntamiento».

-Los jardines se renuevan con mucha frecuencia, pero nadie se ocupa de las ramas bajas por donde la gente tiene que pasar.

-Se podía seguir premiando a los barrios más limpios, y mejor adornados.

-Por lo menos a los que no tienen grafiti, porque «esto está de vergüenza». En Madrid, fueron acusados 7 individuos de 106 delitos y pagaron más de quinientos mil euros. ¡Eso también educa!

– Se podía premiar o traer a unos buenos grafiteros, como han hecho en algunas ciudades, que han quedado de maravilla. En todo caso, a quien se coja «guarreando» que pague. Y que el dinero se acumule para premiar «el grafiti del año».

Si alguien se acerca a nuestra ciudad y tiene unos días para descubrirla o para conocer la Vega del Henares, o la Alcarria, o el Señorío, o la ciudad de El Doncel con un programa cultural y gastronómico tan sugestivo…que no se vaya espantado al pisar Guadalajara ciudad.

El deporte atrae, la cultura también si está abierta y se programa sin limitaciones partidistas, tanto para mostrar cómo nuestras tierras y nuestra gente ha participado en la historia política y en devenir cultural y religioso de España.

Desde siempre esta tierra ha sido acogedora y brinda porvenir. Y todo, a un paso de la capital de España.

Que nadie se vaya sin conocer el Alto Tajo, el Hayedo de la Tejera Negra, la Sima de Alcorón o las Tetas de Viana, el por qué de cada uno de sus castillos, la vida de los pueblos, el aroma de sus campos, la gastronomía y la miel.

Pero la incultura, la falta de respeto y la suciedad puede echar por tierra toda esa grandeza si hieren los sentimientos y los sentidos de los visitantes. Wad Al Hayara, tiene mucho que enseñar. El futuro «viaje a la Alcarria» de mucha gente, puede hacerse realidad si ciudadanos y administración ponen los medios para no dar una imagen cutre.

El turismo no mata. Posiblemente los «vándalos» son más peligrosos porque destruyen lo que otros han hecho y matan el futuro, por oscuros intereses.

José Manuel Belmonte

Acerca de José Manuel Belmonte

Soy un ciudadano del mundo observador y caminante. La Vida, la Naturaleza y la Humanidad, pero sobretodo el corazón del hombre son una fuente inagotable de sorpresas. De eso escribo…

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