El Heraldo del Henares
Hace justo hoy un año, en la madrugada del 16 al 17 de enero de 2019, cuando EL HERALDO DEL HENARES ofrecía en primicia una información que nos ponía a todos los pelos de punta: ‘Aparece muerta una mujer joven con signos de violencia en el camino de Villanueva a Meco’.
Apenas unas horas después de haberse cometido este brutal crimen y tras las oportunas comprobaciones, este diario comenzaba su artículo afirmando que ‘ El cadáver de una joven [de 25 años de edad, M. V. P.], con signos aparentes de violencia, en concreto, heridas de arma blanca, ha aparecido en la noche de este miércoles 16 de enero en el camino del Mirador, que une las localidades de Villanueva de la Torre y Meco, según ha confirmado la subdelegación del Gobierno en Guadalajara a EL HERALDO DEL HENARES (el contenido entre corchetes se añadió en sucesivas ampliaciones, según se iban conociendo más detalles).
Desde aquella fatídica noche en que Miriam salió a pasear los perros que compartía en su vivienda de Villanueva de la Torre con su amiga Celia y nunca más volvió, mucho se ha dicho y mucho se ha escrito. De hecho, parece como si algunos medios de comunicación, y no solo aquellos que podríamos denominar amarillos, sino también algunos de los autodenominados serios, se lanzan a diario a lanzar sus propias e infundadas teorías que no solo en nada ayudan a la investigación, sino que la mayoría de las veces solamente incrementan de forma gratuita e innecesaria el sufrimiento de la familia y despojan de dignidad la memoria de la víctima.
Este atroz crimen tuvo un punto de inflexión siete meses después de la muerte de Miriam: en agosto se produjo en Azuqueca la, hasta ahora, única detención: la del novio de Celia, Sergio S.M., que el día de los hechos era el tercer inquilino del chalé de Villanueva.
Sergio, que actualmente se encuentra en libertad provisional sin fianza, por orden del juzgado instructor del caso -todo indica que las pruebas que apuntan a su persona en esta fase de la instrucción son muy débiles-, siempre ha defendido su inocencia, por lo que el caso se encuentra abierto y sin responsable penal sobre el que dirigir la acusación.
La provincia alcarreña se ha visto conmocionada en los últimos años por horrendos sucesos que han trascendido las fronteras provinciales, incluso las nacionales. Al caso de Miriam tendríamos que sumar el del inhumano y atroz cuádruple asesinato de Pioz, o incluso la incomprensible muerte a cuchilladas de una anciana sordomuda de 91 años en Hiendelaencina.
Estos datos no nos deben llevar a conclusiones diferentes a las que ofrecen las estadísticas oficiales: la provincia alcarreña, en comparativa con otras provincias de España, e incluso con los propios datos provinciales de otros años o décadas, es una provincia tranquila con muy bajo índice de delitos en general y de asesinatos en particular.
Sin embargo, tampoco las ramas de la estadística no nos deben impedir ver el bosque de la realidad. Ha descendido el número de delitos ‘tradicionales’, como robos sin violencia, pero se han incrementado cierto tipo de conductas penales, sobre todo aquellas relativas a la libertad sexual y contra la integridad física, sea o no con resultado de muerte.
Es decir, se han incrementado aquellos delitos que más huella psicológica dejan en las víctimas y su entorno. Y este sufrimiento no lo va a paliar completamente la detención y castigo penal del autor, pero la aplicación de la justicia sobre el infractor sí ayuda a la recuperación psicológica de las víctimas.
Por tanto, escatimar medios en garantizar la libertad y seguridad de los ciudadanos, con cierre de cuarteles en el mundo rural, reducción de efectivos en comisarías provinciales, falta de fondos para laboratorios criminalísticos (no es de recibo que una prueba de ADN para investigar un asesinato o violación tarde semanas e incluso meses, por falta de laboratorios y a la vez cada año se despilfarran miles de millones de euros en sueldos para parásitos políticos superfluos e irrelevantes del conjunto de las administraciones públicas españolas), o relajación en la legislación penal para la aplicación de penas a los autores, con la intención última incluso de derogar la pena de prisión permanente revisable, no es el mejor camino para satisfacer la demanda de justicia que requieren las víctimas.
Y el caso de Miriam no deja de ser el fiel reflejo de lo que no queremos los vecinos de Guadalajara: que la realidad nos sacuda con tragedias como esta y, lo que es peor, que una vez producidas, un año después sigamos sin tener respuestas.
La insoportable levedad del ser…
Es fatuo, ególatra, embustero, egocéntrico, banal, autoritario, desvergonzado, embaucador, indecente sin escrúpulos, frentista, mediocre, tramposo, crispador, resentido, manipulador, populista, endiosado, gris, aranero, truhán…
