En el verano de 2018 se realizó la segunda campaña de excavaciones arqueológicas en el Cerro de la Virgen de la Muela en Driebes, gracias a la subvención concedida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con la cofinanciación del Ayuntamiento de Driebes, el Ayuntamiento de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.
El proyecto de investigación denominado “Urbanismo y territorio: excavación arqueológica del sector noroeste de Caraca (Cerro de la Virgen de la Muela, Driebes, Guadalajara)”, contó con un equipo multidisciplinar de investigadores, siendo los directores del mismo los arqueólogos Javier Fernández y Emilio Gamo, formaron parte del equipo: Saúl Martín, David Álvarez, Antonio Alvar y Helena Gimeno (Centro CIL II de Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá), Alicia Castillo (Grupo de Investigación Gestión del Patrimonio Cultural, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología), María Ángeles Perucha, José Francisco Mediato y Miguel Ángel Rodríguez (IGME).
Durante el verano de 2018 se excavó un área al noroeste de la ciudad, permitiendo descubrir parte de un edificio monumental, según han informado fuentes del equipo arqueológico en un comunicado.
Este edificio eran las termas públicas de la ciudad para las que se calcula una superficie total superior a los 1.000 metros cuadrados, que por sus similitudes con las termas de Segóbriga, que también se observaron en la disposición del acueducto, es posible que fueran realizadas por los mismos especialistas, o al menos con el mismo modelo.
En la citada campaña de excavación de las termas se localizaron distintos espacios de gran interés. En primer lugar, una palestra porticada que servía de espacio para el ejercicio físico, además se encontró una estancia interpretada como frigidarium (Piscina de agua fría) que estaba pavimentada con un suelo de opus reticulatum (Realizado a base de piezas cerámicas romboidales), muy bien conservado.
También se localizó una piscina con revoco impermeabilizante de opus signinum, que se ha interpretado como el tepidarium (Piscina de agua templada), la piscina estaba rematada por un ábside y se accedía a la misma por una escalera realizada a base de grandes sillares de piedra.
El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo I d. C. coincidiendo con un proceso de monumentalización de la ciudad que se ha constatado en el foro, el acueducto, así como en la modificación urbanística de la ciudad en torno a dos ejes: el cardo y el decumano.
A mediados del siglo II d. C. las termas fueron destruidas por un violento incendio cuyo origen es todavía desconocido. Entre mediados del siglo II d. C. y las primeras décadas del siglo III d. C. las termas fueron reocupadas en precario, esta vez como espacio de habitación.
La existencia de estas termas públicas confirma la importancia de la ciudad de Caraca entre los siglos I y II d. C., de modo que este edificio era un centro de encuentro social de gran relevancia para la vida ciudadana.
Además, con el fin de analizar el territorio dependiente de la antigua ciudad, los especialistas del IGME llevaron a cabo estudios geológicos que aportaron información valiosa en relación a la explotación del entorno.
Tanto en el valle del Tajo como en la zona elevada del valle del Tajuña se han encontrado evidencias paleosísmicas durante el Pleistoceno-Holoceno, por lo que no sería descartable que Caraca se hubiese visto afectada también por esta actividad sísmica. De este modo se realizó un estudio arqueosismológico, geológico y geomorfológicodel yacimiento y su entorno, con objeto de discriminar si estos condicionantes pudieron influir en algún momento en el desarrollo de la ciudad, y también de la evolución geomorfológica del Tajo que ayuda a entender el desarrollo de los asentamientos humanos en esta zona.
La existencia de inscripciones latinas, tan importantes para profundizar en la sociedad romana, fue supervisada por el Centro CIL II de la Universidad de Alcalá.
Por otra parte, Daniel Méndez (Revives) ha realizado posteriormente un intenso trabajo de interpretación de los resultados con el fin de realizar una reconstrucción virtual de las termas públicas de Caraca.
En definitiva, esta campaña de excavación ha cumplido con el objetivo de evaluar el yacimiento, sus características y encuadre histórico.
Por otra parte, la realización de las mencionadas excavaciones permite aproximarnos a la fecha en la que la ciudad fue promocionada jurídicamente, una verificación que implica la mejora de la comprensión del período histórico de la romanización en la provincia de Guadalajara.
Más información sobre los trabajos arqueológicos de recuperación de esta importantísima ciudad romana en este reportaje de José Luis Solano Provencio.