La patrulla del Seprona de Orea ha desarrollado una investigación para determinar las causas que rodean el abandono de un perro de raza podenco en una rehala de la localidad de El Pobo de Dueñas.
Personados los agentes del Seprona en la explotación junto con veterinarios oficiales de la administración, se constató que el perro se encontraba en estado de desnutrición, deshidratación, en malas condiciones higiénicas, con diversas infecciones y encadenado a una pared.
Todas estas circunstancias, según han informado fuentes del Instituto Armado de Guadalajara en un comunicado, suponían un grave riesgo para su vida.
Las investigaciones se iniciaron como consecuencia de las actuaciones llevadas a cabo por el Puesto de la Guardia Civil de Molina de Aragón que puso sobre aviso a la patrulla del Seprona y que han finalizado con la investigación de un vecino de la localidad de El Pobo de Dueñas como supuesto autor de un delito de abandono de animales domésticos.
El delito de maltrato o abandono de animales domésticos Las conductas de maltrato y abandono de animales domésticos están recogidas en los artículos 337 y 337 bis del Código Penal y llevan aparejadas penas de prisión de hasta 18 meses, además de la inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.
Por otro lado, la tenencia de los animales domésticos está regulada en las diferentes legislaciones de las Comunidades Autónomas, donde se especifica todo lo referente a sus cuidados, higiene, documentación, vacunaciones así como la tipificación de las infracciones y sus sanciones.
La responsabilidad de tener una mascota Para garantizar el control y protección de los animales de compañía existen normas dictadas por la Administración Central, Autonómica y Local.
Los responsables de los animales son los dueños o los poseedores que por tanto, tienen la obligación de cumplir la normativa.
Los animales deben de estar censados en los ayuntamientos donde residen habitualmente desde los 3 meses de su nacimiento o desde su adquisición y deberán llevar de forma permanente su identificación censal, bien un chip o una chapa de identificación.
Igualmente el animal debe mantenerse en perfectas condiciones higiénico-sanitarias y con la alimentación adecuada; así mismo las mascotas deben de ser vacunadas periódicamente.
También es responsabilidad del dueño adoptar las medidas necesarias para evitar ensuciar las vías públicas y las molestias a los vecinos, ejerciendo en todo momento una adecuada vigilancia sobre ellos.