El Heraldo del Henares
Están histéricos.
En la Junta y en instituciones como el Ayuntamiento o la Diputación de Guadalajara, los respectivos equipos de Gobierno del PSOE están al borde de un ataque de nervios ante la posibilidad de perder las elecciones el 28 de mayo. Y no lo disimulan. No hay más que ver sus ataques a la oposición y a los pocos medios independientes que aún resisten la presión, con anuncios de querellas y chantajes diarios. Para ellos no existe la libertad de expresión, solo ‘su’ libertad de control social, político y económico de los ciudadanos.
Las encuestas, de las que hay que fiarse solo lo justito y siempre en función de quién las hace y por encargo de quién, solo marcan tendencias, nunca resultados. Pero esas tendencias, incluso los sondeos en medios regados con muchísimo dinero público desde instituciones gobernadas por el PSOE, dicen que los socialistas pueden perder la mayoría absoluta en la Junta de comunidades de Castilla la Mancha, Ayuntamiento de Guadalajara y Diputación alcarreña. Tan solo se salvarían ayuntamientos como el de Azuqueca, donde la oposición sigue sin encontrar cómo hacer frente al inmenso poder y control social articulado por el PSOE (antes IU con García Bonilla) a lo largo de las últimas décadas.
Pero si alguien pensara que los músicos de la banda socialista están histéricos por la sola idea de perder el poder están equivocados. No se trata de miedo a perder el poder para mejorar la vida de los ciudadanos, sino de perder el poder que les proporciona una gran mejora en su vida además del control sobre la máquina del dinero público y de sus propias contrataciones laborales. El PSOE no es otra cosa que una monstruosa y carísima agencia de colocación de afiliados, militantes, familiares y amigos. Nada más. Y nada menos. Cientos, miles de ellos en toda la región, una gran mayoría sin estudios ni cualificación o experiencia profesional previa copan ahora cargos públicos para los que no es que no estén preparados, sino que directamente los devalúan con su sola presencia. Eso sí, con mucho poder y sueldos que ni soñarían conseguir en empresas públicas o privadas a las que tuvieran que acceder con motivo de su formación, mérito o capacidad. Todos conocemos el caso de esa concejal que ganaba 6.000 euros al año en la empresa privada vendiendo seguros y ahora, gracias al carné del PSOE, cobra más de 60.000, más Seguridad Social.
Por eso, ante el 28 de mayo, muchos de ellos tiemblan y ya están desempolvando viejos CV, aquellos que guardaron en un cajón en mayo de 2019 cuando, inopinadamente, accedieron al poder en muchas instituciones sin que la suma de la izquierda tuviera mayoría, y eso solo fue posible gracias al regalo de Ciudadanos, regalo que ahora purga la formación naranja con una más que previsible desaparición.
El 28 de mayo, los vecinos de Castilla La Mancha en general y de Guadalajara en particular, se juegan seguir en el furgón de cola de derechos y libertades y de crecimiento económico; se juegan seguir con la peor Sanidad de España, con las peores listas de espera de toda España; con una Educación que premia la desidia y el desinterés y margina el esfuerzo y la dedicación; con unos presupuestos que dedican millones de euros a la propaganda y el autobombo y muy poco a políticas productivas y de calidad; con unos impuestos que estrangulan la iniciativa privada y ahuyentan la inversión foránea a otras regiones, como Madrid; con unas políticas sociales que buscan el voto cautivo permanente en vez de tratar de devolver a las familias al mercado laboral para ser autosuficientes; con unas políticas que ahogan el mundo rural y provocan el éxodo de los jóvenes hacia empleos malpagados en grandes almacenes de logística de zonas sobrepobladas del Corredor del Henares…
El PSOE ya ha demostrado que cuando lleva muchos años en el poder, primero coloniza las instituciones, luego las destruye y, finalmente, hunde la economía. Otros cuatro años más de alguien que no está en condiciones de gobernar, como Emiliano García Page, con políticas sectarias y excluyentes como las que propone el verdadero poder fáctico de la Junta desde tiempos de José María Barreda, José Luis Martínez Guijarro, o de su fiel monaguillo, Pablo Bellido, volverán a llevar a la ruina a esta región. Madrid y Andalucía han demostrado que la libertad individual y la prosperidad económica se expanden allá donde hay gobiernos liberales que fomentan la iniciativa privada y apoyan a los ciudadanos. Y el PSOE de Page y Bellido es la antítesis de la libertad y de la prosperidad.
@HeraldodelHenar
