El ministerio de Hacienda ha invertido medio millón de euros en el castillo de Villel de Mesa (Guadalajara), que ha sido consolidado, además de lograr la estabilización estructural del conjunto.
Esta intervención ha ido acompañada de un seguimiento arqueológico que ha permitido mejorar la comprensión del edificio y ha aportado información sobre su historia.
Las obras fueron declaradas de emergencia, y se produjeron tras los desprendimientos de rocas del castillo que causaron daños en viviendas adyacentes de titularidad privada, según informaron en su día fuentes de la subdelegación del Gobierno de España en Guadalajara en un comunicado.
Por este motivo, este monumento del patrimonio histórico en peligro de desaparecer, abandona la Lista Roja de Hispania Nostra, en la que ingresó en abril de 2019, por el alto grado de deterioro y abandono que presentaba, además del consiguiente peligro de derrumbe que podría afectar a viviendas colindantes.
Por ello, ahora, tras las obras de rehabilitación llevadas a cabo, se incorpora a la Lista Verde de Hispania Nostra.
El castillo es un claro referente de la historia en el Valle del Mesa (Comarca Molina – Alto Tajo). También conocido como castillo de los Funes, está situado sobre una gran mole rocosa alargada de paredes verticales, que alcanzan los cuarenta metros de altura.
De su estructura hay que decir que es muy sencilla. Tiene planta rectangular de unos cuarenta metros de largo, más bien pequeña, con orientación aproximada norte – sur. Su pequeño tamaño es difícilmente explicable, si no es por la limitación física de su base rocosa y porque estuvo subordinado a la fortaleza del Mesa, ya que se levantó en una zona estratégica a caballo entre tierras castellanas y aragonesas, con continuas incursiones de ambos reinos.
El núcleo de la construcción es de tapial, pero gran parte de la estructura se encuentra cubierta de sillares, por lo que los muros son extremadamente gruesos en algunos puntos. La construcción con tapial exigía levantar muros gruesos por la blandura del material, a lo que hay que añadir los bloques de sillería. Además, podemos diferenciar un patio de armas en el centro y dos torres desiguales a los lados.