S. G. estaba «desesperada» por tener que volver al centro de menores, ha manifestado del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica tras la muerte de una niña, de 14 años, que murió el pasado domingo 19 de abril en el hospital, tras haberse tirado del vehículo en marcha cuando regresaba al centro de menores Casa Joven, de Azuqueca de Henares (Guadalajara). La niña regresaba de pasar unos días con su abuela.
Tanto el Defensor del Pueblo como la Junta de Castilla-La Mancha y la Fiscalía han abierto una investigación para determinar las causas del suceso.
La niña falleció a última hora de la tarde del domingo 19 de abril en el Hospital Niño Jesús de Madrid, tras permanecer ingresada en la UVI una semana, debido a las heridas graves que sufrió al tirarse de la furgoneta que la conducía a Azuqueca el pasado domingo día 12, cuando volvía de pasar las vacaciones de Semana Santa con su abuela en Ciudad Real.
«La niña tenía que estar desesperada por algo para tirarse de un coche en marcha antes que volver a ese centro», apuntó Múgica, quien rechazó las explicaciones de la Fundación O’Belén -la que gestiona el centro- con un tajante «¡Ya está bien!». «Esta fundación siempre está echando balones fuera. La niña debía de estar desesperada y vamos a averiguar por qué», añadió.
Fuentes de la Fundación O’Belén defendieron que «nada hacía indicar la reacción de la menor, ya que cuando fue recogida en la estación de Atocha por uno de los educadores estaba tranquila y contenta». La misma fuente recalcó que durante la estancia de la menor en el centro de menores, en el que se encontraba tutelada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, «nunca había tenido problemas ni con sus compañeros ni con el personal».
La menor ya había salido en otras ocasiones fines de semana para pasarlos con su familia. La consejería de Bienestar Social de la Junta asumió la tutela de S. G. en mayo de 2007, y desde julio de 2008 estaba en acogida en el centro de Azuqueca, según indicó el delegado de Salud y Bienestar Social en Ciudad Real, Ricardo Ruiz.
El consejero de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, también confirmó, a preguntas de los medios, que hay una investigación en curso y que en ella se verá si hay algún fallo que podía haberse evitado en la organización de ese traslado.