El novillero Víctor Hernández salió ayer, por tercer vez, por la puerta grande de la plaza de Toros de Las Cruces, el mismo día que el coso seguntino cumplía 34 años desde su inauguración. Parece que la ciudad del Doncel es talismán para el chaval, que también había triunfado en Sigüenza en 2018 y en 2019.
Presidió la novillada mixta picada la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, en una plaza que precisamente ayer cumplía 34 años, y que estrenaba mejoras estéticas, con burladeros y gradas recién pintados, y operativas, con una nueva distribución mejor y más racional de los toriles, entre otras cuestiones. Como también estrenó director la Banda de Música de Sigüenza. Iván Miño asumió la dirección, por primera vez en acto público, deleitando a los seguntinos como media docena de pasodobles sobresalientes.
La alcaldesa de Sigüenza daba ayer las gracias a la empresa Tauria por la organización del festejo, deseaba lo mejor a Iván Miño, en su andadura con la banda, y emplazaba a los seguntinos a continuar disfrutando del verano cultural de Sigüenza. El festejo lo retransmitió en directo Televisión Castilla-La Mancha. Y antes de comenzarlo, se guardó un minuto de silencio por todas las víctimas del COVID19.
Abrió plaza el rejoneador José María Martín, que no tuvo suerte con su lote. El primero, Margarito, de la ganadería de María del Carmen Criado de Espinosa de Henares, fue justito de raza. El chaval supo quedarse en los medios, para evitar los arreones de la res que marcaba hacia chiqueros. Su faena ante un enemigo difícil, hubiera sido merecedora de premio, de haber matado a la primera, pero José María tuvo que apearse del caballo para descabellar. “Hemos roto el hielo, y no me he sentido nada cómodo con el novillo”, declaraba al terminar la faena, con su ilusión puesta entonces en la segunda.
Sin embargo, tampoco su segundo fue mejor. Glotón, también de Maria del Carmen Criado, no le dio ninguna oportunidad de lucirse a Martín y a su cuadra, basada en caballos veteranos, con alguno nuevo. Manso, que huía del caballo, la res no sirvió para la lidia. “La tarde ha sido desilusionante. Venía con muchas ganas, con mucha preparación con ganas de lucirme,pero los novillos no han servido para el rejoneo. Por lo menos, hemos salido ilesos”, se animaba.
En segundo lugar actuó el gran triunfador de la tarde, Víctor Hernández. A Embriado, de Sandra Sopeña, ya le hizo una gran faena. El novillo, justo de fuerzas, pero muy noble, permitió el lucimiento del de los Santos de la Humosa. Estuvo firme con la espada, lo que le hizo acreedor de dos orejas, la segunda tras fuerte petición a la presidencia. Exigente, a Víctor le parecía que le habían faltado cosas “para como vengo sintiéndome últimamente”. Además, “el novillo ponía poco de su parte a veces”, añadía. E igual opinaba sobre la espada. “Lo he matado mas o menos bien, pero soy muy exigente conmigo mismo, y podía haberlo hecho mejor”, señalaba el novillero, que no para de perseguir su suelo “las 24 horas del día, y es aquí donde hay que demostrarlo, en la Plaza”.
En su segunda faena, Víctor estuvo importante. Constructor de Polo Sainz fue el mejor novillo de la tarde. Y el chaval, que lo vio desde el primer momento, le hizo una gran faena que se va a recordar en Sigüenza. Hernández dio algunos naturales de cartel de toros. Y cuando se arrimó, no lo pudo hacer más. “Agradezco su cariño al público de Sigüenza. Con este último novillo me he sentido como soy, he hecho el toreo como lo estoy buscando”, afirmaba orgulloso al terminar. Salió a hombros por la puerta grande de Las Cruces
Alejandro Peñaranda no tuvo suerte con la espada ante Fatalista, de Carmen Sopeña. El novillo cumplió con creces, pero el novillero tuvo que descabellar, escuchando incluso un aviso. “El toro se ha dejado, aunque tenía sus teclas que tocar. La pega que me pongo ha sido la espada y el descabello, pero en el siguiente va a ser”, decía al terminar.
Y efectivamente, fue. En su segundo, Peñaranda le cortó una oreja a Ferretero de Polo Saiz, otro muy buen novillo, que inspiró otra buena actuación de Alejandro. “Con este novillo, sí he podido disfrutar. Me he sentido muy a gusto con él. La pena la espada, y a seguir trabajando, porque sé que las orejas se cortan con la espada”. De su faena se quedaba con “la espaciosidad con la que ha embestido el novillo, y lo bien que lo he toreado bien por los dos pitones”, terminaba.
Roberto Ortega, gerente de Tauria, empresa organizadora, hacía un “buen balance de festejo, en el que han destacado los cuatro novillos para el toreo de a pie, y en el que Hernández ha demostrado que lo tiene todo para convertirse en figura del toreo”.
¡¡Cualquier diría que los comentarios en este digital se supervisan!!. Sobre el tipejo que ha hecho semejante comentario, simplemente indicarle que nos ha mostrado su ignoracia, su falta de educación y su totalitarismo.