El Heraldo del Henares
Un fin de semana más el salón del restaurante El Fogón del Vallejo de Alovera se ha vestido de gala para acoger uno de sus tradicionales encuentros entre la enología y la gastronomía que bajo el título de ‘Armonía Vinos-Degustaciones Gastronómicas” congrega cada vez a un numeroso grupo de amantes del arte de la buena cocina.
Para esta ocasión, la invitada ha sido la prestigiosa Bodega Balbás, situada en el municipio burgalés de La Horra.
Los asistentes han tenido la ocasión de catar y degustar cuatro vinos de Balbás que, como dato histórico y para conocer la relevancia de esta familia, hemos de decir que fue junto con otras siete bodegas más una de las fundadoras de la Denominación de Origen, DO Ribera del Duero, allá por 1979.
Como maestros de ceremonias impartieron la cata de maridaje Consuelo Moreno y Agustín Toranzo, del departamento de ventas y de la distribuidora de la zona centro de la bodega Balbás, respectivamente, así como Juan Vicente Hernández, experto en vino y análisis sensorial y gerente del Fogón del Vallejo.
El primer vino a maridar fue un Balbás Verdejo, de la DO Rueda, en donde la bodega cuenta con un viñedo propio, que fue presentado con un ‘Tartar de salmón y aguacate’ que hizo las delicias de los asistentes.
El segundo vino elegido fue un Balbás rosado, variedad monovarietal de tempranillo, un vino de acuerdo con los gustos actuales en los rosados que acompañó perfectamente con un ‘arroz meloso del Señorito’.
Seguidamente, la treintena de aficionados al vino probaron un Balbás tinto de media crianza de cinco meses en roble americano que maridó a la perfección con una ‘Tosta de jamón de pato con una ligera pomada de mostaza antigua’.
Finalmente, elúltimo vino escogido fue un Balbás crianza 18 meses de barrica, de las variedades tempranillo y Cabernet-Sauvignon, para el que la jefa de cocina del Fogón del Vallejo, Maru Bustillo, optó por un ‘ragut de ternera con sus verduritas’.
Este maridaje perfecto entre la melosidad del guiso junto a la gran untuosidad sedosidad y gran persistencia del vino hicieron las delicias de los asistentes a la cata, cada vez más numerosos a estas actividades culturales y gastronónmicas del restaurante aloverano.
