La localidad alcarreña de Illana ultima los detalles para conmemorar la semana de pasión, que estará protagonizada por los oficios religiosos y las emotivas procesiones. Desde la Cofradía de Semana Santa, la Parroquia, Ayuntamiento y fieles animan a todos a acercarse a conocer y participar de las tradiciones de la Villa alcarreña.
La Cofradía de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad lleva varias semanas disponiendo todo para que los desfiles procesionales salgan un año más a la perfección.
Tras los ensayos, el pasado viernes vivieron un preludio de lo que será su Semana Santa, puesto que participaron en el Vía Crucis del Arciprestazgo de Pastrana-Mondéjar celebrado en Yebra, trasladando la imagen de la Virgen de la Soledad y su banda de tambores.
Los tradicionales actos comenzaron con la procesión de Ramos el domingo, pero los platos fuertes tendrán lugar a partir del Jueves Santo.
En la noche de ese mismo día y tras haber celebrado la Misa de la Santa Cena del Señor y el Lavatorio de los pies, recorrerán las calles más típicas de Illana las imágenes de Jesús cargando con la cruz y la Virgen de la Soledad.
La pesada imagen de ‘El Nazareno’, como se le conoce, es una de las que recoge mayor devoción en el pueblo, y la procesión deja momentos especialmente entrañables cuando, al tronar de los tambores, las imágenes atraviesan el Arco del Puntío o suben por la empinada y estrecha Calle Amargura.
El Viernes Santo tendrá lugar a medio día el Vía Crucis con la imagen de Cristo Crucificado y la Soledad, en el que se irán rezando las catorce estaciones por las calles del barrio de La Solana y El Zacatín.
También, la celebración de los Oficios por la tarde y al caer la noche, la Procesión del Silencio o del Santo Entierro. La imagen del Sepulcro con el cadáver de Jesús sube hasta la ‘Ermita de los Abuelicos’ seguido de su Madre, con el único sonido del redoblar de los tambores. El sobrecogimiento es la nota característica de esta procesión, que al llegar a la Ermita, recrea el entierro de Jesús, introduciendo los cofrades el Santo Sepulcro en ella y regresando sola María a la Iglesia.
El día siguiente, El Sábado Santo es un día de recogimiento, de espera para lo que se acerca; así se vive hasta que por la noche se festeja la Vigilia Pascual.
Tras la misma, en la que se desarrollan todos los ritos de la tradición cristiana para esta solemnidad, los illanitos no esperan al día siguiente y ya pasadas las doce de la noche procesionan para celebrar la Resurrección de Jesús.
Se caracteriza esta Procesión del Encuentro por ser la primera de toda la Provincia de Guadalajara.
En ella, los niños portan al Niño de la Bola, una imagen de Jesús de niño sosteniendo la bola del mundo, y los fieles la imagen de su Patrona, la Virgen del Socorro, acompañada de banda de música.
Ambos pasos recorren distintos caminos hasta encontrarse en la plaza de la Constitución, momento que se vive con gran devoción y resonando el himno nacional, el repique de campanas y fuegos artificiales.