La Guardia Civil de Guadalajara ha investigado a tres menores como presuntos autores de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, al difundir imágenes íntimas de una menor con la que mantuvo una relación uno de los investigados.
Estos menores fueron investigados a raíz de la denuncia presentada en dependencia policiales de la Guardia Civil de El Casar por la madre de la víctima, en la que comunicó que estaban circulando imágenes íntimas de su hija en una conocida red social.
Las investigaciones practicadas por el Equipo Roca de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara permitieron la identificación del presunto autor de los hechos, ya que se trataba de el novio de la víctima, según han informado fuentes del Instituto Armado en un comunicado.
Según estas fuentes, el menor había realizado capturas de pantalla en el transcurso de una videollamada con su expareja y posteriormente había difundido las imágenes a otros dos menores mediante un mensaje utilizando una red social.
A su vez, estos otros dos menores también fueron investigados ya que compartieron y difundieron esas imágenes en redes sociales.
Delito de descubrimiento y revelación de secretos
La Guardia Civil recuerda que el artículo 197.1 del Código Penal hace referencia al delito de descubrimiento y relación de secretos, relativo a: “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”.
Sexting y menores de edad
El Sexting es una práctica de riesgo que consiste en el envío de fotografías o videos producidos por uno mismo con connotación sexual a través del teléfono móvil u otro dispositivo con conexión a internet.
Los riesgos de esta práctica comienzan con la divulgación de estas imágenes o vídeos entre personas que no eran los destinatarios.
Al tratarse de contenidos íntimos, su difusión conlleva sin duda una pérdida de privacidad, de tal modo que se produce un daño en la reputación de la víctima, deteriorando su imagen pública.
Además, esta divulgación puede acarrear otras consecuencias más graves tales como el ciberbullying, extorsión, chantajes, groming y acoso sexual.
También pueden ocasionar riesgos físicos, ya que estos contenidos pueden ser utilizados por presuntos agresores para seleccionar a sus víctimas, ya que los contenidos pueden mostrar en ocasiones elementos que ayudan a determinar la localización del menor fácilmente, tales como el centro donde estudian, domicilio, geolocalización… o cuando los metadatos señalan el posicionamiento donde se han grabado las imágenes.