La diputada provincial No Adscrita, Yolanda Ramírez, ha denunciado “el caos ocasionado en el inicio del presente curso escolar, del que apenas han transcurrido 25 días, que están siendo un calvario para los directores de los centros, AMPAS, padres, madres y alumnos de los centros educativos de la capital y la provincia afectados” y que se hace extensivo a diferentes municipios de Castilla-La Mancha.
En concreto, Ramírez se ha referido a la falta de profesores en la apertura del curso en centros escolares de El Casar –de donde también es concejal del Ayuntamiento-, Brihuega, Sacedón, Azuqueca de Henares o Atienza; lugares, entre otros.
También ha denunciado “la errónea asignación de plazas denunciadas por los sindicatos de la enseñanza, que no sólo está dificultando la correcta organización del programa educativo en los centros, sino que está obligando a los profesores, a los que “teóricamente” se les ha reducido el horario lectivo, a no poder atender a sus alumnos como les gustaría, supliendo las muchas carencias que se están produciendo, tanto de profesores titulares como de suplentes e interinos”.
“Pero lo que resulta aún más grave, es que el denominado periodo de adaptación que debería haber servido para su correcta integración en la vida escolar con el profesor que les tenía que haber guiado a lo largo de todo el curso, lo han tenido que hacer atendidos por otros profesores con los que no tendrán ningún contacto y, además, ocupados éstos en la atención a sus propios cursos, lo que no parece la situación más idónea para la pretendida adaptación”.
Según Ramírez, “esto demuestra, una vez más, la ineficiencia en la gestión de los intereses de los castellano manchegos en general y de los guadalajareños en particular. No olvidemos que esto se hace con uno de los colectivos más vulnerables y que más necesitan del interés y dedicación de nuestros gobernantes, los escolares, que aparte de representar nuestro futuro, se han de enfrentar a una sociedad cada vez más compleja y competitiva por lo que toda dedicación a su bienestar, desarrollo y formación se entiende imprescindible, lo que no parece preocupar ni a Page ni a su consejero de Educación”.