La Fundación O’Belen, que gestiona el centro de menores Casa Joven, de Azuqueca de Henares, donde vivía la niña que murió tras tirarse en marcha del vehículo que la conducía a dicho centro, ha informado que “nada hacía indicar la reacción de la menor ya que cuando fue recogida en la estación de Atocha por uno de los educadores estaba tranquila y contenta”.
Según publica hoy un diario nacional, la niña, que responde a las iniciales de S.G., murió a última hora de la tarde de ayer en el hospital “Niño Jesús” de Madrid, tras permanecer ingresada en la UVI de este centro una semana, debido a las heridas graves que sufrió al tirarse el pasado día 12 de la furgoneta que la conducía desde Madrid a Azuqueca, tras las vacaciones que había pasado en la localidad de su familia.
A este respecto la Fundación O’Belen, ha indicado que la niña llegó voluntariamente en tren desde su localidad de residencia hasta la estación de Atocha, donde la recogió el educador, “sin manifestar en algún momento que quería volver o bajar de la furgoneta”.
Siempre según O’Belén, el conductor de la furgoneta de Casa Joven ha señalado que la niña “en ningún momento tuvo ningún comportamiento que pudiera indicar que iba a tomar la decisión que finalmente se produjo”.
La misma fuente ha resaltado que, durante la estancia de esta menor en el centro de menores de Azuqueca, en el que se encuentra tutelada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, “nunca había tenido problemas ni con sus compañeros ni con el personal de O’Belén”.
Este suceso se suma a la polémica iniciada hace unas semanas por el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, quien en su último informe anual denunció malos tratos a los menores acogidos en los centros de O’Belén.
O’Belén cuenta con numerosos centros de acogida de menores problemáticos o en riesgo de exclusión social por toda España y varios países de todo el mundo.