El Heraldo del Henares
La jugadora alcarreña del Atlético de Madrid, Sheila García, una de las tres internacionales que no ha firmado el comunicado de sus compañeras de la selección absoluta de fútbol femenino en el que rechazan volver a vestir la camiseta de España, ha pedido respeto a su decisión al entender que jugar en la selección está por encima de disputas entre personas u organismos oficiales.
«Me posiciono del lado de Jenni y mis compañeras pero quiero decir que siento que defender mis colores, mi país y vestir la camiseta de la selección está por encima de las personas que en cada momento gobiernen, dirijan o gestionen la federación, la FIFA o cualquier organismo del que dependamos», señala en su comunicado.
Sheila, alcarreña nacida en Yunquera de Henares (Guadalajara), ha disputado una veintena de encuentros con la selección nacional absoluta femenina española, entre ellos la pasada Eurocopa, pero este año, en junio, tuvo que retirarse de la concentración del equipo, previa al Mundial luego conseguido, tras no recuperarse de una lesión previa.
Tras las polémicas imágenes del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en las que se daba un ‘pico’ a la jugadora Jenni Hermoso y que le han costado el puesto, la Federación eligió un nuevo presidente y cesó al entrenador campeón del mundo, Jorge Vilda.
Sin embargo, en un hecho inédito hasta ahora en las competiciones deportivas internacionales, las jugadoras emitieron un comunicado en el que manifestaban que no volverían a la selección de fútbol si no se producían más ceses y cambios en la estructura federativa.
Este comunicado fue firmado por 39 jugadoras, entre ellas, las campeonas del mundo, excepto por tres internacionales, la propia Sheila, Athenea del Castillo y Claudia Zornoza, quienes inmediatamente fueron objeto de durísimos ataques desde sectores de la izquierda y el feminismo más radical de este país.
Se presupone que existe libertad de expresión, opinión y pensamiento
Por este motivo, las tres aludidas han emitido sendos comunicados para defender su postura, algo inaudito en un Estado de Derecho, en el que rige una Constitución que garantiza a toda persona el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión y a la libre expresión de sus opiniones y creencias.
En el caso de Sheila, en su comunicado, tras mostrar, como mujer, todo su apoyo a Jenny Hermoso y a sus compañeras de la selección, señala que «después de las críticas vertidas y las opiniones que se han hecho sobre mi persona por la decisión de no firmar el comunicado que han suscrito muchas compañeras de profesión, quiero aclarar en primer lugar que, soy mujer y siempre estaré del lado de la defensa de las mujeres y sus derechos y reconocimientos».
No obstante, a continuación deja bien claro que defender los derechos de las mujeres no está reñido con defender la camiseta de su país: «Entiendo que defender mis derechos, los de mis compañeras y demás mujeres que puedan sentirse representadas no va reñido con vestir o negarse a vestir mi bandera, creo firmemente que se pueden defender con la misma fuerza sin tener que negar a mi selección».
Finalmente, hace un llamamiento a los radicales que la acosan y critican por tomar libremente y en conciencia una decisión personal: «Quiero que respeten mis sentimientos y la forma en la que creo que debo apoyar a mis compañeras al igual que yo respeto y entiendo la forma en la que cada cual quiera hacerlo».
