El Restaurante El Fogón del Vallejo, de Alovera, se volvió a convertir ayer viernes 3 de noviembre en centro de referencia provincial enológico, con la cata de vinos realizada sobre caldos de la conocida bodega de Soto y Manrique.
Una treintena de aficionados al conocimiento del amplísimo mundo del vino tuvieron la oportunidad de degustar y catar un total de siete caldos de esta bodega familiar, especializada en la elaboración de vinos con variedades autóctonas de las zonas donde los produce.
No olvidemos que el lema con el que trabajan en esta bodega es “Vino, cultura y tradición”, o lo que es lo mismo, variedades típicas de la tierra, métodos de elaboración singulares y entronque con la cultura y tradición de las zonas.
Para habar de sus vinos, participó su propietario, Jesús María Soto, quien tiene tras de sí una amplísima trayectoria en otras bodegas como Belondrade y Lurton así como en Leda.
Soto analizó sus vinos y explicó las características de los mismo a los asistentes, un grupo ya habitual que, jornada a jornada, amplía sus conocimientos sobre la riquísima e inagotable cultura del vino.
En total, se cataron siete vinos de las variedades verdejo, garnacha y albillo.
El verdejo, con la marca Tinita (90 puntos Parker) daba unos toques propios de la variedad pero más amplificados que los vinos de la misma variedad de uva. Los asistentes coincidieron en elogiar su densidad, untuosidad, delicadeza, larga acidez, persistencia y su poderío balsámico.
El segundo, Naranjas azules, es un vino de uva tinta de garnacha pero con una elaboración como los blancos en los que se ha destacado su brillantez, transparencia, limpidez así como sus notas a cerezas, fresas y menta. En resumen, un vino de una singularidad fuera de lo común.
A continuación, se cató un vino de uva garnacha elaborado en Cebreros (Ávila) en plena Sierra de Gredos, de nombre La viña de ayer. Se trata de un vino con unas perspectivas de evolución larga, con notas florales, propias de la variedad, de poderosa acidez, producido en tierras pizarrosas y graníticas, con seis meses de crianza en barrica, muy fresco y que invita a beber.
La sorpresa de la jornada fue cuando Jesús Soto, en la imagen con Juan Vicente Hernández, desveló que había ha traído para catar unos vinos “en rama”, vinos que no han pasado por las últimas fases de elaboración, esto es, estabilización, filtrado y clarificado, lo que permite de una manera firme apreciar la posible potencia y posterior evolución de los vinos.
Finalmente señalar que, como es habitual, también participaron como ponentes en la cata Richard del Rincón, profundo conocedor del mundo vinícola, y el propietario del Fogón del Vallejo, Juan Vicente Hernández, maestro de análisis sensorial del vino. Hernández cuenta con una carta de vinos diversa y de calidad de la zona centro peninsular, con más de 300 referencias tanto nacionales como internacionales.
A lo largo de todo el año, en el Fogón del Vallejo se producen catas comentadas de los mejores vinos de España, normalmente por los enólogos o propietarios de las bodegas invitadas.