El Heraldo del Henares
Los padres de Erick, el niño de cinco años que falleció el pasado sábado en el hospital universitario de Toledo tras ser rescatado inconsciente del fondo del vaso de la piscina cubierta climatizada municipal de Azuqueca de Henares han emitido un comunicado por el que quieren agradecer todas las muestras de apoyo recibidas tras este trágico suceso.
Según el comunicado, que ha sido remitido a los medios por el Ayuntamiento de Alovera, municipio donde reside la familia de Erick, los padres muestran su «más sincero agradecimiento a todos los que estos días nos estáis transmitiendo vuestro cariño y fuerza para poder seguir adelante».
«Nuestro pequeño Erick nos dejó de una forma que no logramos comprender y todos nuestros pensamientos han estado reservados para despedirle como se merece», continúa el comunicado.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 12,46 horas del sábado 1 de abril, cuando el pequeño Erik se encontraba realizando un cursillo de natación en las instalaciones de la piscina cubierta municipal de Azuqueca y por causas que está investigando la Guardia Civil, cayó al fondo de la piscina, según informó en primicia este diario.
Tras ello, fue rescatado por lo monitores, quienes iniciaron rápidamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar, tanto de forma manual como por medio de uno de los desfibriladores del edificio.
En ese momento, sobre las 13.00 horas, la Guardia Civil procedió al desalojo de las instalaciones, en las que se encontraban, según estos testigos, alrededor de un centenar de personas.
Posteriormente, un helicóptero sanitario evacuó al menor hasta el hospital universitario de Toledo, donde finalmente falleció.
Por su interés, reproducimos íntegramente el comunicado remitido por la familia:
‘Pese a la dureza de todo lo vivido desde el pasado sábado, queremos sacar un poco de entereza para trasladar con estas palabras nuestro más sincero agradecimiento a todos los que estos días nos estáis transmitiendo vuestro cariño y fuerza para poder seguir adelante.
Nuestro pequeño Erick nos dejó de una forma que no logramos comprender y todos nuestros pensamientos han estado reservados para despedirle como se merece.
Hemos recibido muchísimo calor y amor de personas del pueblo de Alovera y de personas que, desde otros muchos lugares, se han unido al dolor por la pérdida de nuestro pequeño, haciendo que el recuerdo de su inocente presencia se mantenga por siempre en nosotros.
Aunque no podemos ahora devolver cercanía a todos los que estáis sufriendo también este duelo por los momentos compartidos en vida con Erick, de corazón nos enorgullece comprobar la bella huella que dejó.
Queremos dar las gracias, uno a uno, a todos los que nos habéis ayudado con vuestras muestras de cariño y a todos aquellos profesionales que pusieron todo su cuerpo y alma para que nuestro pequeño pudiera salir adelante’.
