Cuarenta puestos artesanos, aula de la naturaleza, y miles de visitantes, a los que por fin este año la meteorología ha dejado disfrutar de un fin de semana histórico, se han acercado a conocer esta iniciativa serrana plena de actividades, de ocio, con una atractiva propuesta comercial, de la que formaron parte cuarenta puestos venidos a Tamajón desde Soria, Madrid, Bilbao, Logroño, Zaragoza, Madrid o Guadalajara.
Una mañana espléndida del mes de mayo recibía ayer la XXI Edición del Mercado Medieval de Tamajón. Con trece grados a las once de la mañana, el mercurio fue subiendo hasta los veinte que hacían a mediodía. Unas ligeras rachas de viento hacían que pendones, banderas y los escudos heráldicos con los apellidos más frecuentes de Tamajón ondularan, como presentándose en público.
De nuevo los Gaiteros Mirasierra redoblantes y dulzaineros, anunciaban que llegaba el momento de revivir el privilegio que en su día le otorgara a la villa agallonera el rey Alfonso X, El Sabio.
El pregón lo iniciaba Michel Redrado El responsable de la empresa Professional History, que cumple trece ediciones como programador del Mercado Medieval, daba paso a César Cabrero. El concejal del Ayuntamiento de Tamajón leyó unos versos anónimos que describen la belleza de la villa agallonera. “Guadarrama y Somosierra, Cebollera y El Collao, Alto Rey y Sierra Pela, todos sois muy bien ‘nombraos’, pero preside el Ocejón. Los ríos Sorbe y Jarama dibujan a nuestro pueblo, con pluma firme, muy clara, y cincel hecho de fuego: nos llamamos Tamajón”, describió.
A continuación, el escritor tamajonero César Verges recitó un texto, escrito de su puño y letra, en homenaje a las canteras, a los canteros y a la misma piedra caliza de Tamajón. Verges recordó que con ellas se construyó, por ejemplo, la Universidad de Alcalá de Henares, por la que pasaron, nada menos que Calderón de la Barca, Quevedo o Nebrija.
“A pesar de ser duras, las piedras son dóciles, multiformes y adaptables, si sabemos tratarlas. Nuestro ejemplo más vivo es la Iglesia de Tamajón, románica y gótica, de piedras orgullosas, pero humilde y austera. En Tamajón, mi pueblo, las piedras hablan”, dijo.
El alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, recordó las efemérides que se cumplen este año, con respecto al Mercado Medieval. Hace 760 años que los tamajoneros celebraron el primero y hace 27 años que la Diputación descubrió el documento original de con el privilegio de celebración del Mercado en Tamajón. Era la cubierta de otros dos documentos, uno del año 1600 y otro de 1800, en los que se modificaban los días de la semana para su celebración.
Asimismo, hace 20 años que el Ayuntamiento rememoró el primer mercado, y hace tres días que el Pleno de la Diputación de Guadalajara, a instancia del Consistorio agallonero, calificó esta recuperación como Fiesta como de Interés Turístico Provincial, por unanimidad de los grupos políticos que asistieron a la sesión.
El regidor recordó que lo que hoy son recursos turísticos, como la Ciudad Encantada o el Sabinar, “fueron en su día el medio de supervivencia de las gentes de Tamajón”, y afirmó que cualquiera que venga a visitar Tamajón encontrará hoy servicios indispensables, como tiendas, restaurantes, alojamiento, asistencia médica permanente y farmacia.
“Somos un pueblo que decidió hace muchos años, dar los mejores servicios a las personas, como así lo demuestran los 30 años de vida de la Residencia de Mayores, Nuestra Señora de los Enebrales, a la que estamos dedicando todo nuestro esfuerzo. Tenemos el proyecto para su ampliación, para garantizar su continuidad y el bienestar de nuestros mayores, y aumentar hasta 25 los puestos de trabajo. Esta es una de las armas con las que estamos peleando duro contra la despoblación, con obras y no con discursos vacíos de realidad y manifiestos inútiles liderados por urbanitas”, recalcó Esteban.
Después de haberse aprobado la declaración como Fiesta de Interés Turístico Provincial hace unos días, el presidente de la Diputación, José Manuel Latre, acompañó a los vecinos de Tamajón, y recordó que el Mercado Medieval es un magnífico ejemplo de la potencialidad que tiene el medio rural.
“En lugar de hablar de la España vacía, prefiero hablar de la España de las oportunidades. La Sierra Norte, y Tamajón en ella, está llena de potencialidades”, añadió. Latre agradeció desde la Diputación Provincial la apuesta, continuada en el tiempo, de la corporación municipal por este evento, y tomó buena nota, por último, a la propuesta que Eugenio Esteban hacía para calendarizar los mercados medievales de Guadalajara de forma anual y su promoción conjunta.
En la plaza del Coso, y en su prolongación por la calle de Enmedio, han estado el aula de la naturaleza, los puestos artesanos, de mercaderías y viandas.
José Antonio Martín, de Arganda del Rey, mostraba sus trabajos en cuero, hechos a mano, y sus tallas de madera.
La de 2019 ha sido su tercera presencia en Tamajón.
Piyo, una tienda artesana en Torrejón de Ardoz, ha estado vendiendo sus creaciones hechas en acero, que se podían grabar al momento, y una gran variedad de pulseras y abalorios para hombre, “para quienes suele haber menos oferta en los mercados medievales”.
Sin embargo, no se olvidó de que hoy es el día de la madre, para lo que trajeron unas flores preservadas muy bonitas.
David Tejedor, feriante de los de antes, “de los que vamos de pueblo en pueblo”, ha estado vendiendo repostería tradicional en el XXI Mercado Medieval de Tamajón, toda horneada con leña. Visitan la localidad serrana desde hace seis años.
“Estamos muy agradecidos al pueblo de Tamajón”, señalaba. Su producto estrella es la rosquilla frita, “siempre hecha con materia prima de calidad” y los coquitos, al horno de leña, pero además ha vendido cientos de magdalenitas de chocolate, bizcochos naturales hechos con la nata de la leche, y repostería variada.
Francisco Quesada, de Alcobendas, mostró al público su forma de hacer con el vidrio, trabajando tanto con cristal reciclado como con cristal de Murano. Lo hacía con la llama de un soplete, que alcanza los 1300 grados.
A esa temperatura, el cristal funde, y el artesano puede modelar sus piezas, todas únicas.
Este año tampoco ha faltado a su cita con Tamajón,Antonio Alcocer, venido al pie del Ocejón desde Albalate de Zorita. Bajo los soportales de la Plaza del Coso, manejó el esparto para la cordelería y la paja del centeno, “con la que se trabajaba antes en lugares como Tamajón, para hacer todo tipo de objetos”.
Antonio ha dado explicaciones a todo el que se ha acercado a conocer su labor.
Isaac Jimeno, de Soria, ha mostrado en diferentes exhibiciones a lo largo de los dos días, los magníficos ejemplares de aves rapaces con los que se mueve por toda España, siempre desde un punto de vista didáctico y de formación en materia de preservación del medio natural.
Títeres, teatro de calle, espectáculo de fuego, danzas sugerentes, y el concierto medieval, al pie de la Iglesia de Tamajón, completaban un sábado lleno de experiencias, en el que también hubo batalla medieval, protagonizada por los más pequeños.
Hoy, domingo, y aunque no se trata de un hecho histórico, el mismísimo rey, Alfonso X El Sabio, ha llegado con su séquito a la villa agallonera. Los actores de Professional History representaron el privilegio concedido por el rey al mercado de Tamajón, en el que fue uno de los entremeses teatrales más seguidos del mercado.
Como cada año, la visita guiada a los instrumentos de tortura, fue una de las actividades que más despertó la curiosidad de los visitantes. Además, y con la oficina de Turismo recién abierta por la Mancomunidad de Servicios del Ocejón, Juan Manuel Tieso de Andres, condujo a más de medio centenar de visitantes mostrándoles algunos detalles de la rica historia del pueblo, como ya habían hecho antes el escritor Cesar Verges y el alcalde Eugenio Esteban, en el pregón.
Pasadas las 17 horas de la tarde, cerraba sus puertas la XXI Edición de un Mercado Medieval que ha alcanzado unas cotas de visitantes magníficas, propiciadas por el buen tiempo.
Según la estimación municipal, a lo largo del fin de semana han pasado cerca de 3.000 personas por el Mercado, siendo la tarde del sábado, con la llegada de la Santa Inquisición y el espectáculo de fuego, los momentos que registraron una mayor afluencia de público, así como también la mañana del domingo.
A lo largo de los días sábado y domingo, todas las plazas hoteleras y hosteleras de Tamajón, incluidas las de los cuatro núcleos urbanos, registraron pleno de ocupación.
“Parece que la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial le ha sentado de maravilla a nuestro Mercado Medieval, porque ha registrado la mayor afluencia de público que se recordamos, desde luego la mayor de los últimos años. Agradezco su esfuerzo a la Diputación y a sus técnicos, y el trabajo de nuestro administrativo, Juan Manuel Tieso, responsables, entre otros muchos, de la consecución de esta distinción, y por supuesto de los tamajoneros. Sin ellos, no sería posible organizar nada. Con armas como esta, vamos a seguir luchando, desde el medio rural, contra la despoblación. A quienes han venido, les agradezco su presencia y les invito a volver en 2020, y a quienes nos van conociendo a través de cualquier medio, les invito igualmente a venir y experimentar, en toda su intensidad, la Sierra Norte de Guadalajara, porque merece la pena”, concluyó Eugenio Esteban, alcalde de Tamajón.