El sacerdote diocesano Antonio Molina Cascajero, de 94 años de edad, ha fallecido en la noche del 13 al 14 de agosto, en la residencia diocesana de ancianos “San Juan Pablo II” de Alovera.
Según han informado fuentes de la diócesis de Sigüenza Guadalajara, Antonio Molina era el decano de los sacerdotes diocesanos.
Sus exequias se han celebrado esta misma mañana de miércoles 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, en su pueblo natal, Chiloeches, en una celebración presidida por el obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez.
Nacido en Chiloeches en 1924, Antonio Molina Cascajero fue ordenado sacerdote en Toledo en 1950.
Tras trabajar en la pastoral rural, fue destinado a Guadalajara como director espiritual del Instituto «Brianda de Mendoza» y profesor y confesor del Seminario Menor de Guadalajara.
En Guadalajara fue después el primer párroco de «San Pascual Baylón».
En 1968, partió como misionero a Brasil, para recalar en la diócesis de Jequié, en el Estado de Bahía, de la que fue párroco de la catedral, en la capital diocesana, y vicario general.
Regresó definitivamente de misiones en 1994, para trabajar durante tres años en la Acción Católica diocesana.