La Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara ha detenido a un hombre in fraganti mientras intentaba robar con fuerza en un gimnasio de Azuqueca de Henares, algo que no pudo conseguir gracias a la rápida intervención de los agentes que fueron alertados por un vecino que llamó al teléfono de emergencias.
Según han informado fuentes del Instituto Armado en un comunicado, a este individuo se le atribuyen varios robos más, algunos de ellos con el modus operandi de lanzar la tapa de hierro de las alcantarillas al escaparate para fracturar el cristal y entrar dentro, tal como adelantó en exclusiva EL HERALDO DEL HENARES el pasado día 7 de octubre.
Ahora, la detención ha sido posible gracias a la llamada de un vecino al teléfono de urgencias de la Guardia Civil, 062, en la que comunicó que durante la madrugada había escuchado ruidos procedentes del interior de un local destinado a un gimnasio de la localidad de Azuqueca de Henares.
Inmediatamente, el Centro Operativo de Servicio de la Guardia Civil encargado de gestionar el teléfono de urgencias, 062, alertó a las patrullas que se encontraban en la zona para que comprobaran tal incidencia.
Varias patrullas del Servicio de Seguridad Ciudadana del Puesto Principal de la Guardia Civil de Azuqueca de Henares se personaron rápidamente en el local y sorprendieron en su interior a este individuo, que fue detenido por los agentes.
Por los hechos expuestos la Guardia Civil instruyó diligencias por la detención de un hombre de 34 años de edad, con domicilio en la localidad de Azuqueca de Henares, como presunto autor de un delito de robo y que fueron entregadas junto con el detenido en el juzgado de instrucción en funciones de guardia de los de Guadalajara.
Al detenido también se le imputó un delito de resistencia y desobediencia grave al oponer gran resistencia ante los agentes en el momento de la detención.
Igualmente, según las investigaciones practicadas con posterioridad, se le atribuye la comisión de dos delitos más, uno de robo y otro de daños cometidos en sendos establecimientos de la localidad de Azuqueca de Henares en los que utilizaba el mismo modus operandi: fracturaba los cristales y los cierres de los locales con la tapa de una alcantarilla, según ya adelantó este diario.
Estos robos habían producido un gran malestar y preocupación entre los comerciales de Azuqueca de Henares, que han pedido reiteradamente tanto a la subdelegación del Gobierno como al Ayuntamiento azudense que tomen cartas en el asunto y amplíen las plantillas de agentes de la Guardia Civil y Policía Local, respectivamente.