La semana ha comenzado con tormentas que en muchas zonas del norte peninsular han descargado con bastante intensidad, dejando a su paso fuertes aguaceros, viento y granizo. Como ha informado Meteored en un comunicado, los chubascos tormentosos serán los grandes protagonistas de estas jornadas, aunque el panorama cambiará radicalmente a partir de mañana mismo en España.
Hasta entonces, en las próximas horas tendremos que estar de nuevo muy pendientes de la situación, porque la inestabilidad persistirá, e incluso irá a más durante la jornada de mañana miércoles 21 de junio, cuando las tormentas podrían afectar a más zonas en las que sumarían unos cuantos litros en pocos minutos, lo que se suele traducir en inundaciones locales o crecidas repentinas.
A esto hay que añadir el granizo y probables rachas fuertes de viento asociadas a los núcleos convectivos, según han informado estas fuentes de Meteored.
Una vaguada se ha situado al oeste de la Península, pero mañana disminuirá su amplitud de onda a la vez que se elongará, cruzando la mitad norte, por lo que las condiciones serán favorables para que a su paso se generen grandes nubes de desarrollo vertical que acabarán dejando aguaceros intensos o muy intensos en algunas regiones.
Aunque hoy de nuevo las tormentas serán fuertes, mañana con el avance de la onda tenderán a generalizarse en numerosas comarcas del norte y este, y otra vez presentarán cierta organización, por lo que desde Meteored han estimado que podrán generarse tormentas supercelulares o líneas de turbonada, sin descartar que pueda formarse algún sistema convectivo.
De acuerdo con este modelo de referencia, desde primeras horas de la jornada de mañana ya se producirán algunos chubascos irregulares en la mitad norte y en puntos del oeste. Tampoco se descartan algunos chaparrones en la mitad este, con barro. Pero la situación se complicará bastante a partir del mediodía. Las primeras horas del verano astronómico serán muy movidas.
Los aguaceros serán intensos o muy intensos en el entorno de la vertiente cantábrica, norte de Castilla y León, La Rioja, valle del Ebro, Sistema Ibérico, Navarra, sectores central y occidental del Pirineo y en Aragón. Prácticamente lloverá en casi toda la mitad norte, aunque gran parte de Cataluña se quedará al margen. También se formarán tormentas fuertes en Castilla-La Mancha, Madrid, Sistema Central, las Béticas e interior de la Comunidad Valenciana, pero más dispersas.
Por este motivo, la AEMET ha activado los avisos ante la probabilidad de fuertes lluvias y tormentas en varias comunidades del tercio septentrional y de la mitad este. La vaguada cruzará la Península rápidamente, pero durante la madrugada y la mañana del jueves la situación todavía estará complicada en el Cantábrico oriental y en puntos del Pirineo, con tendencia a retirarse las precipitaciones conforme avance la tarde, dando paso a un episodio de temperaturas muy altas en la segunda parte de la semana.
De esta forma, se podrían dar estructuras convectivas bastante organizadas. Los mapas muestran que en algunos lugares podrían caer de 40 a 80 l/m² en muy pocas horas (localmente podrían caer más litros), por lo que atención con probables anegamientos en zonas inundables y a las crecidas súbitas en barrancos o ramblas.
También pueden registrarse rachas de viento locales de más de 70-90 km/h, asociadas a las tormentas. Los modelos prevén también una actividad eléctrica notable en la mitad norte y en puntos del este. Además, las condiciones serán una jornada más favorables para la formación de granizo, que podría ser de tamaño grande en sectores puntuales.
Por otra parte, la situación meteorológica en la segunda parte de la semana será totalmente opuesta al imponerse la dorsal africana, con un ascenso notable y generalizado de las temperaturas.
Todo parece indicar que de las tormentas se pasará a los avisos por altas temperaturas. Aún es pronto para afirmar que estamos ante una ola de calor, pero sí que será el primer episodio de temperaturas muy altas del verano.
Las previsiones muestran que en la primera mitad de la semana que viene no habría cambios significativos.