La localidad de Saelices de la Sal repite sus jornadas salineras tras el éxito que supuso la primera edición del evento.
Texto, vídeo y fotografías de José Luis Solano Provencio, enviado especial
Durante el día de la sal que se celebró en la localidad, diversas actividades se realizaron para dar a conocer el pasado y el presente de este recurso latente en el subsuelo de la Saelices y para conseguir que el mismo vuelva a aportar riqueza a la zona.
Con esta iniciativa que acaba de celebrar su segunda edición, desde esta localidad de la sierra del Ducado se pretende volver a convertir sus salinas en un factor de desarrollo rural al que se le unan otros relacionados con este tipo de explotaciones, tales como la conservación de elementos relacionados con las salinas, recursos históricos, patrimoniales, naturales, etc.
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La importancia de la recuperación de las salinas de Saelices la describió Katia Hueso, presidenta del Instituto de Patrimonio y los Paisajes de la Sal, durante la ponencia que desarrolló el pasado sábado en la localidad y que se incluyó en el marco de actividades realizadas en las “Jornadas Blancas”.
En su conferencia, Katia aportó algunos ejemplos de como la fórmula que se está comenzando a aplicar en Saelices de la Sal está funcionando en otros puntos salineros de España.
Recuperando las salinas “protegemos el paisaje, protegemos el patrimonio, protegemos la comunidad local con actividades que salen de la comunidad local y dejan el beneficio en la comunidad local y por tanto son actividades que permiten un desarrollo a medio – largo plazo dentro del marco de la sostenibilidad” afirmó Hueso en la entrevista concedida a El Heraldo del Henares.
“Hay cerca de un millar de lugares salineros en España y funcionando solo unos 20. En el centro de la península solo lo está haciendo Saelices por lo tanto tiene un importante papel como referente, sobre todo porque es un proyecto que nace de la comunidad local, está llevado por la comunidad local. Ese es el mensaje que hay que transmitir: que se puede hacer y que hay que ir haciéndolo poco a poco. Sería un típico caso de desarrollo rural sostenible”, añadió.
Este ejemplo de aprovechamiento del patrimonio natural local comenzó tras 30 años de abandono de las salinas de Saelices, cuando la localidad consiguió que en 2005 estas fuesen declaradas Bien de Interés Cultural.
De ese modo, y tal como declaró a EL HERALDO DEL HENARES José Luis Sotillo, alcalde de la localidad, “las salinas pasaron de ser un lugar con pasado y sin futuro a convertirse en un ejemplo del desarrollo del potencial natural de la localidad, generando puestos de trabajo por ser la única salina de Castilla – La Mancha que está elaborando sal de modo artesanal».
Diversos son los productos que provenientes de las salinas de Saelices que ya se están comercializando en virtud del impulso que se le viene dando a la explotación tras su recuperación, y entre ellos cabe destacar el reciente lanzamiento de las sales de baño aromatizadas con lavanda de Brihuega o la Flor de sal, producto de magníficas propiedades gastronómicas y que es seleccionado casi grano a grano por los lugareños.
Actualmente, desde la localidad se sigue trabajando para añadir otros valores que optimicen la producción salinera y que consigan atraer riqueza a Saelices desde distintas vertientes.
Visitas guiadas a las salinas, desarrollo y promoción del producto y su zona o la inmersión de Saelices en itinerarios turísticos que se desarrollen por nuestra provincia son algunas de las medidas que se persiguen.
Desde la localidad se muestran moderadamente optimistas con el desarrollo de la recuperación de sus salinas y reconocen que, de llevarse a cabo las medidas citadas, aumentaría el número de puestos de trabajo generados por las salinas.
No obstante, reconocen que el del salinero es un trabajo manual, duro y esforzado al que no todo el mundo se presta sobre todo teniendo en cuenta que trae implícito el hecho de establecer el lugar de residencia habitual en una pequeña localidad serrana.
En Saelices de la Sal no se dan por vencidos a pesar de todo y por eso continúan dando promoción a su recurso a través de sus “Jornadas Blancas”, en las que el pueblo se viste de sal cada año para acoger a propios y forasteros en cualquiera de las múltiples actividades culturales desarrolladas y en las que no faltan ni exposiciones de pintura ni conciertos de música de la zona ni, por supuesto, el esfuerzo de los vecinos de la localidad y la aportación de la Diputación de Guadalajara, que continúa su colaboración con el ayuntamiento de Saelices de la Sal para el mantenimiento de la actividad en las salinas.